Sanidade convoca la plaza de gerente del Hospital do Salnés y otros cargos directivos del centro sanitario
AROUSA
El proceso de integración de la fundación sanitaria del Hospital do Salnés en el Servizo Galego de Saúde afecta también al personal del centro sanitario, que pasa a depender del servicio público en las mismas condiciones que en los demás centros de la red sanitaria gallega. Por eso, las plazas que ocupan ahora los cargos directivos, y que en su día se cubrieron por criterios internos de la fundación, se deben convocar de nuevo para que sea la Consellería de Sanidade quien las cubra.
Así, el Diario Oficial de Galicia publicó ayer la convocatoria para cubrir, por el sistema de libre designación, cuatro puestos directivos vacantes en el Hospital do Salnés, entre ellos, el del propio gerente, cargo que ocupa Pedro Soler desde que dejó la dirección del Complejo Hospitalario de Pontevedra.
Los cargos que se convocan, además del de director-gerente, son el de director de gestión, director médico y director de enfermería. Los interesados tienen quince días para presentar sus solicitudes, que deberán ir acompañadas de un currículo que incluya también los méritos alegados para acceder a la plaza. Con todo, al ser un proceso de libre designación, son las autoridades sanitarias las que baremen y decidan quién debe ocupar los cargos.
La decisión
La principal incógnita que se abre con este proceso es si Pedro Soler se presentará al cargo que ocupa desde hace seis años. Y de momento ese interrogante no tiene respuesta, porque el actual director gerente del centro sanitario no ha tomado aún una decisión. Tiene un plazo de quince días hábiles para presentar su solicitud, y el gerente piensa tomarse su tiempo para sopesar los motivos personales, profesionales e incluso políticos que le lleven a presentarse al cargo o a cerrar una etapa más en su currículo laboral.
El actual gerente del hospital, natural de Mallorca, estudió la carrera de Medicina en la Universidad de Santiago, y desde entonces trabaja en la gestión sanitaria gallega, con distintos cargos en los últimos treinta años. El más duro, y el que él reconoció como más difícil, fue el que desempeñó antes de llegar a O Salnés, cuando abanderó el proceso de unificación de los hospitales de la capital de la provincia.