Doscientas familias buscan nicho en los cementerios de Cambados

AROUSA

José Aldao solicita un debate plenario para estudiar la fórmula que permita acabar con los problemas de espacio

05 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Tras años de retrasos, de paralizaciones y de otros problemas, las obras para ampliar el cementerio de Santa Mariña han comenzado de nuevo. La reforma que Patrimonio ha impuesto a este proyecto no gusta a nadie, ni siquiera al cura José Aldao. El párroco se mostró ayer muy preocupado por lo que considera «el problema número uno de Cambados por gravedad y por urgencia». Se trata, añade, de la falta de espacio que afecta a los dos cementerios del municipio. Doscientas familias están en lista de espera y, muchas de ellas, carecen de espacio para enterrar a sus seres queridos.

Aldao sostiene que la ampliación de Santa Mariña no servirá para acabar con la escasez de espacio que sufren tanto estas instalaciones como las de Fefiñáns. «No es una solución al grave problema que tenemos en Cambados. No llega a nada», explica. Primero porque la reforma que Patrimonio efectuó al proyecto ha obligado a recortar notablemente el número de nichos a mayores que se construirán en esta zona. «Se presentó un proyecto que era una continuación de lo que había y, a partir de ahí empezaron los problemas con las alturas», se queja el párroco. Y, en segundo lugar, porque en la parroquia tienen todavía doscientas solicitudes de otras tantas familias para poder adquirir un nicho en Cambados.

Llamamiento a los políticos

El cura se quejó ayer de que tanto «los que están en el poder, como los de la oposición nunca se haya planteado el tema seriamente». Critica que la falta de espacio en los cementerios cambadeses «nunca ha tenido el privilegio de ser tratado en un pleno» y recuerda que un sacerdote no puede estar preocupado de estas cuestiones. Por eso propone «hacer un pleno donde estemos todos y buscar una casa digna y espaciosa para los muertos». Esta es, es su opinión, la única fórmula que pondría fin a la saturación que actualmente viven los dos camposantos del casco urbano cambadés.