El comercio local trata de frenar un nuevo centro comercial en Rubiáns

AROUSA

Zona Aberta, FECA y la Unión de Autónomos piden «responsabilidad» a los concejales de todos los partidos

27 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Son cerca de treinta mil metros cuadrados ubicados en Ande-Rubiáns. Un promotor busca levantar en ellos el que sería el segundo centro comercial de Vilagarcía, probablemente mucho más potente que el de A Xunqueira. Por el momento, los pasos administrativos se centran en la aprobación definitiva de un estudio de detalle sobre la zona, que el pleno de la corporación municipal aborda este jueves. La información que obra en el Concello habla de la construcción de tres naves. Pero un aspecto, entre otros, delata la verdadera dimensión del proyecto: el empresario prevé la creación de un espacio de estacionamiento suficiente como para acoger 600 vehículos. Un párking de una envergadura que, evidentemente, nadie diseña a no ser que espere una copiosa afluencia de público.

El comercio local no ha tardado en reaccionar ante lo que sus representantes consideran una verdadera amenaza. Ayer, los primeros espadas de Zona Aberta, la Unión de Profesionais e Traballadores Autónomos y la Federación de Empresarios de la Comarca de Arousa se reunían con la alcaldesa, Dolores García, y los responsables del gobierno municipal para mostrarles su preocupación por esta nueva iniciativa. Sofía Beiras, la presidenta de la principal asociación que agrupa a los comerciantes vilagarcianos resumía su punto de vista minutos antes de la cita con los munícipes: «Trasladar el núcleo del comercio a las afueras de la ciudad sería un error. Nosotros estamos dispuesto a apoyar la llegada de cualquier empresa a Vilagarcía, cuantos más seamos mejor, pero lo que tenemos que dinamizar es el centro de la ciudad y el concepto de una ciudad de compras».

El peso de una moción

Desde el punto de vista urbanístico, el estudio de detalle es irreprochable. Técnicamente, por lo tanto, el documento no ofrece ningún problema para ser aprobado. El asunto, en definitiva, se circunscribe a una cuestión de voluntad política.

En este sentido, las tres agrupaciones de empresarios recogen «la sensibilidad del comercio tradicional y de los hosteleros, totalmente contrarios a la implantación de grandes áreas en una comarca que cuenta con el suficiente equipamiento comercial y que aboga por un modelo de ciudades compactas». Por ello, apelan «a la responsabilidad de los partidos políticos». El pleno cuenta ya con una referencia a la hora de abordar este tipo de iniciativas: una moción, promovida hace años por el BNG, en la que el Concello se compromete a negar su respaldo a la apertura de grandes superficies de esta índole.