El Diario Oficial de Galicia publicaba ayer la apertura del proceso de integración de los trabajadores de las fundaciones sanitarias en el Servicio Galego de Saúde, una noticia que no por esperada dejó de satisfacer a los representantes sindicales de la plantilla del Hospital do Salnés. Al margen de los trámites individuales que cada trabajador deba llevar a cabo para pasar a depender del sistema público sanitario, el comité de empresa trabaja ya en la consecución del próximo objetivo: conseguir que se incremente el personal cubriendo una serie de puestos que ahora no existen en las fundaciones sanitarias.
En el Hospital do Salnés, como en los demás centros similares gallegos, no hay ni celadores ni auxiliares de administración o de enfermería. Médicos o enfermeras se encargan del traslado de los enfermos en las camillas, o de la gestión de los expedientes y del papeleo. Los médicos, además, no tienen auxiliares en las consultas, con lo que son ellos los que tienen que llamar personalmente a los enfermos y realizar una serie de tareas administrativas que no son de su competencia, y que además retrasan las consultas.
El proceso de integración en el sistema público obliga a paliar estas carencias, ya que el hospital comarcal deberá adecuarse a los de la red sanitaria gallega. Por eso el comité de empresa ha solicitado ya varias reuniones para pedir una dotación presupuestaria que permita contratar a ese personal. Haría falta para ello incrementar la plantilla en medio centenar de personas, lo que supone un 16% más de la que hay en la actualidad. Se necesitan al menos treinta celadores, y más o menos la misma cantidad de auxiliares administrativos y de consulta. También hacen falta secretarias, porque la única que hay está al servicio de la dirección, y no de los departamentos facultativos. Un estudio evaluará las necesidades.