Don Felipe expresó su cariño a la gente de las dos orillas del Eo

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso SAN TIRSO / LA VOZ

A MARIÑA

Elogió a San Tirso por combatir desde la lejanía el aislamiento y el olvido

23 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Don Felipe y Doña Leticia pasearon por San Tirso de Abres haciendo un alto en el centro de interpretación de la pesca en el Eo, contemplando la alfombra floral elaborada por los vecinos y descubriendo una placa conmemorativa en un monolito elaborado por dos artesanos (padre e hijo) de San Tirso. A su paso no se cansaban de escuchar elogios de la gente, aunque en un ambiente, eso sí, un tanto más frío de lo que es habitual en este tipo de eventos. «¡Vaya mozo más guapo, qué guapo, qué altura! Lo ves en la tele y no parece tanto», decía una anciana. Otra, a su lado, asentía: «Es verdad. Ella es muy finina... pero me parece bien».

Don Felipe y Doña Letizia, como acostumbran, hicieron guiños de complicidad, en especial saludando a niños. «¡Lo cogió el Príncipe!», decía una madre, apretando entre sus brazos a su hija vestida con un traje tradicional asturiano. «¿Qué le dijo?», le preguntaban a otra, que respondía: «¡Hola, pequeña!», y sonreía más que satisfecha.

Después llegó el momento de los discursos y, a continuación, los Príncipes pudieron asistir a una demostración de los oficios tradicionales que ha recuperado y divulga la asociación cultural San Tirso del Eo, a quien en rigor han entregado el premio al Pueblo Ejemplar. Después visitaron la iglesia y, seguidamente, se dirigieron al banquete servido a todo el pueblo, para unos mil comensales. A su término, regresaron a Madrid, pero la fiesta siguió en San Tirso.

En los discursos se congregó la mayoría del público. Bajo un sol de justicia había mucha gente de Asturias, pero también de Galicia, en especial de los municipios de Trabada y Ribadeo.

Asturianía

La alcaldesa de San Tirso, Goretti Quintana, reivindicó la asturianía del pueblo más occidental de Asturias, pero a la vez integrador en la frontera con Galicia. Ángel Prieto Souto, presidente de la asociación cultural San Tirso del Eo, aludió al «compromiso histórico con la tradición y la cultura desde una situación de marginalidad», y al espíritu y empeño de los santirseños porque su cultura, los oficios que vieron en sus mayores y que recuperaron cuando estaban a punto de desaparecer y la tradición oral, pervivan. Sus últimas palabras fueron en A Fala, el habla propia de la zona, cuyo uso defienden y reivindican y que tiene muchas similitudes con el gallego.

Don Felipe tomó la palabra para reconocer la justicia del premio otorgado a San Tirso: «Lo habéis merecido muy justamente por vuestro compromiso con la tradición y la cultura, por vuestra hospitalidad, por el trabajo en común, por haber combatido desde la lejanía, durante muchos años, el aislamiento y el olvido».

Pero Don Felipe también tuvo palabras para A Mariña. «Queremos tener un recuerdo muy sentido para vuestros vecinos de Galicia, para vuestros hermanos, como acostumbráis a decir de forma entrañable, que en la otra orilla del Eo comparten con vosotros una larga y nada fácil historia y los cotidianos afanes de la vida. A todos los que en esa querida tierra viven y a los muchos que sueñan con ella desde la lejanía, les enviamos también nuestro saludo, nuestro recuerdo y nuestro cariño», dijo en su nombre y en el de Doña Letizia, expectante a su lado. Fue en este instante cuando levantó los mayores aplausos del auditorio.

«Merece la pena vivir ?concluyó? no solo por escuchar los cantos de un entorno tan sugestivo como el vuestro, sino por el gozo de contemplar al mismo tiempo las aguas de vuestro mítico río Eo, tan esencial desde siempre para vuestras vidas, tan inseparable de ellas. Así lo siento, así lo sentimos la Princesa y yo».