Si se cumplen las previsiones del alcalde, Ribadeo estrenará en un mes los espacios públicos ganados con la recuperación medioambiental de la ensenada de Vilavella, la construcción de la senda peatonal de As Aceas, así como la rehabilitación de los molinos de marea y de la antigua fábrica de algas.
Promovidas por el Ministerio de Medio Ambiente, en terrenos que puso a su disposición el Concello, las obras encaran su recta final. Permitirán crear una ruta de «interés etnográfico e turístico», subraya Fernando Suárez, regidor ribadense. «Estes días -agrega- vánse instalar os mecanismos dos muíños de marea, co que veciños, escolares e turistas poderán ver como funciona un muíño de regato». El gobierno nacionalista de Ribadeo todavía no ha decidido «que utilidade darlle á antiga fábrica de algas, que se chamaba así, aínda que o que se facía era sacarlle os principios activos a esa flora marina».
En opinión del primer edil de Ribadeo, la apertura de esa nueva «ruta suporá un revulsivo moi importante para o turismo que chega a Ribadeo».