Gran despliegue para rescatar una lancha varada en la ría de Ribadeo

María Cuadrado Fernández
m. cuadrado RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

La presencia de un niño de 4 años alertó a los equipos de emergencias

12 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El conocido tesón (banco de arena) de la ría de Ribadeo jugó una mala pasada a los tripulantes de una embarcación de recreo que el miércoles por la noche tuvieron que ser rescatados al quedar varados en este punto del canal de navegación entre Castropol y Vegadeo, un punto que se vuelve conflictivo coincidiendo con la bajamar.

La llamada de un particular alertó a las 21:58 horas al 112, servicio que de inmediato activó un amplio dispositivo de emergencia. Inicialmente alertó a Salvamento Marítimo y al servicio de Gardacostas y, tras valorar la situación, fue el Grumir ribadense el que desplegó medios humanos y materiales; dos de los operarios de la brigada cubrieron la zona desde tierra y otros dos subieron a bordo de una zódiac para intentar rescatar a una pareja y a un niño de cuatro años que tripulaban la embarcación alquilada.

Escasa visibilidad

La escasa visibilidad dificultaba la operación, a la vez que el fango impedía a los efectivos que navegaban en la zódiac llegar a pie hasta la primera lancha varada. A los medios ya desplegados también se sumó el dueño de la empresa de alquiler de embarcaciones quien, finalmente, también tuvo que desistir de realizar el rescate, al no poder llegar hasta la lancha con los tres ocupantes.

Según relataron distintas fuentes, la situación impedía a los efectivos del Grumir llegar hasta la familia y entregar ropa de abrigo al niño, con frío y nervioso. Sólo quedaba esperar a la subida de la marea. Conscientes de que era la única solución, los tripulantes de las embarcaciones implicadas aguardaron poco más de una hora hasta que el nivel del agua permitió reiniciar la navegación. Ya más tranquilos, todos regresaron al muelle de Ribadeo, donde atracaron antes de la medianoche.

Sanos y salvos

A pesar de que en un primer momento se advirtió a los servicios de emergencias de la posibilidad de que el menor presentara síntomas de hipotermia, ni el niño ni los adultos tuvieron que ser trasladados a ningún centro médico cuando arribaron a puerto, según confirmaron ayer desde el Grumir.

crónica las embarcaciones sólo pudieron regresar a puerto cuando subió la marea