Los bomberos de Viveiro se estrenaron ayer con su primer servicio. Fue para rescatar a un niño y una niña pequeños que se quedaron atrapados dentro de una habitación, en una vivienda situada en el segundo piso del número 10 de O Pedregal.
El jefe del servicio, José Antonio Veiras, explicó que recibieron una llamada del servicio de emergencias del 112 a las 9.13 horas, alertando del hecho. A las 9.15, prosiguió, salían de sus instalaciones en Celeiro y a las 9.25 estaban en el lugar inspeccionando la vivienda.
Optaron por utilizar el vehículo de autoescala para llegar a una ventana situada en la fachada del inmueble, que daba acceso directo al dormitorio donde se encontraban los pequeños. Estaban llorando y la situación todavía empeoró más cuando vieron entrar por la ventana a los efectivos, aunque todo se resolvió en cuanto les abrieron la puerta y vieron a su madre y a su abuela.
En resumen, que a las 9.44 horas, los bomberos ya habían retornado a su base, listos para otro operativo. El que salieran con dos vehículos, dicen, es por cuestión de protocolo.