«Tengo una deuda histórica con Viveiro, me ha dado muchos momentos felices»

ana f. cuba VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

17 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El viveirense Antonio Abril Abadín considera que tiene «una deuda histórica» con su ciudad natal. «Viveiro me ha dado muchos momentos de felicidad, los mejores de mi infancia y adolescencia, me ha llenado mucho la vida», recalca. Su padre era madrileño, inspector de aduanas. «En Viveiro se enamoró de mi madre, de Galdo, se casó y estuvo aquí veintitantos años. Nos marchamos a Oviedo cuando yo tenía dos años», cuenta. A partir de ahí su relación con Viveiro se ciñó a las vacaciones escolares.

«Oviedo era, para mí, estudiar y colegio -recuerda-, y aquí era vacación y la casa de mi abuela (mis padres vivían en el piso de arriba), que significaba libertad. Era un Viveiro muy distinto, mis padres tenían mucha vinculación con la colonia de Covas, los De Carlos, los Canosa..., y yo tenía mucha relación con la gente de mi edad, hice fantásticos amigos, esas amistades que se tienen para siempre». Aquel era «un Viveiro muy distinto, de verbenas, de semanas santas muy íntimas, de veraneo y de mucha pesca, que siempre me ha encantado, en el puente». También pasaba mucho tiempo en Vieiro, en la finca de su tía, Villa Lola. «He sido siempre muy de campo, por esa influencia de la infancia con mi tía en Vieiro», comenta.

En Oviedo estudió Derecho y su primer destino profesional, como abogado del Estado, fue Lugo, en 1984. Dos años después recaló en A Coruña y en 1989 se incorporó al grupo Inditex, como director de la asesoría jurídica y «único abogado, porque solo había uno». Han transcurrido 22 años. La empresa contaba entonces con 72 tiendas, todas en España, salvo una en Oporto. Hoy tiene 5.100 tiendas, repartidas por 77 países.

Un viveirense internacional

«La experiencia profesional ha sido y está siendo fantástica, fenomenal. Es un privilegio haber formado parte de este proyecto, del que has sido protagonista, en tu humilde papel, desde Galicia. Y eso para un gallego tiene un doble significado», recalca. Abril Abadín ha viajado por todo el mundo y ha abierto tiendas en todo el mundo. «Inditex te da una mentalidad global. Como presidente del Consello Social de la Universidade de A Coruña estoy trabajando mucho por la internacionalización, algo en lo que la sociedad española tiene un déficit grande», explica. Pero esta visión global, la idea de competir, viajar o estudiar fuera resulta «totalmente compatible con estar enamorado de tus orígenes pequeños». «Cuando vengo a Viveiro me encuentro a mí mismo -asegura-. A mis hijos les digo que, a diferencia de ellos, yo he nacido en una casa y en una cama reconocibles e identificables, que todavía existen. Donde viví mis mejores momentos siguen las mismas piedras... Siempre me he sentido viveirense, muy ligado a mis raíces».

En el teatro Pastor Díaz, donde ayer leyó el pregón, «muy mariano y muy religioso», vio muchas películas, cuando era cine, igual que en el Orfeo y, ya menos, en el Moderno. Algunos cambios sufridos en Viveiro le duelen y cree que hay que ser «muy cuidadosos para preservar el patrimonio histórico, artístico y cultural, y también el ecológico y el medioambiental (los ríos Landro y Sor o la ría, que tan bien conoce)».

El pregonero -«un honor, una auténtica satisfacción»-repasó la historia de la Semana Santa -«que es sobre todo, por encima de convicciones religiosas, vínculo de unión entre todos los viveirenses», destacó-, entremezclada con sus vivencias personales, y apuntó retos de futuro: la declaración de Interés Turístico Internacional, el museo de arte sacro «y algo de bibliofilia (su otra pasión)». Dijo que su deuda con Viveiro se había acrecentado.

Antonio Abril Abadín (Viveiro-1957)

Secretario general del grupo Inditex

«el puente de A Misericordia, donde he pasado muchas horas pescando»