Parte de la madrugada del martes al miércoles mantuvo en vilo a decenas de personas durante varias horas en el casco urbano de Viveiro. Un incendio, que obligó a desalojar dos portales que dan a la calle Lodeiro y otro a la Avenida Ramón Canosa, principalmente por el humo, se produjo hacia las once de la noche en un supermercado del bajo del edificio. Según señaló ayer el director de Relaciones Institucionales y Comunicación de Vegalsa-Eroski, Javier González, aunque la empresa está pendiente de la evaluación final de los peritos, el foco pudo localizarse en un cuadro eléctrico de la sala de máquinas, «un cuarto aislado en el que se centralizan todos los motores que dan el frío a las neveras y cámaras». La hipótesis es un posible cortocircuito.
Primero, varios vecinos notaron el olor desde sus casas, la calle y bares, incluso desde otros barrios próximos, y vieron llamas que salían por la parte trasera del establecimiento comercial, al lado de la entrada a los garajes y de un almacén. Los siguientes en llegar fueron cuatro efectivos de Protección Civil de Viveiro, más agentes de la Policía Local viveirense y Policía Nacional que controlaron y acordonaron la zona. Con una motobomba iniciaron el trabajo de extinción, sumándose después a ellos la agrupación de Protección Civil de Xove. Tanto esta como la de Cervo, que finalmente no tuvo que acudir, estaban avisadas porque desde el 112 creyeron que había dos incendios, en calles distintas, cuando se trataba del mismo. Antes de que llegara el coche de bomberos hubo residentes que tuvieron tiempo de sacar sus vehículos de los garajes.
También los vecinos comenzaron a bajar de sus viviendas -están ocupadas, según datos recabados, un total de 53 entre los tres portales, con seis plantas cada uno- advertidos por otros o por los servicios de emergencias. «O problema foi, ao primeiro, localizar o foco do incendio, víase dende fóra, non tiñamos acceso -recordaban ayer desde Protección Civil de Viveiro- agardamos un pouco a que abriran as verxas de seguridade do local e empezouse a actuar. Deu moito que facer porque caía escombro e chapas do teito e iso dificultaba entrar no recinto. Ademais, dentro, non se podía traballar con comodidade».
Además del supermercado, un almacén de la constructora del edificio se vio afectado: «Os tubos de ventilación saen por ese almacén e fan un codo». Allí hubo que refrescar madera almacenada porque «había bastante temperatura», dijeron.
Un humo espeso y denso, «tipo cinza», fue subiendo por los pisos y saliendo al exterior: «No momento en que se mete ventilación forzada, o fume sae por onde pode, non por onde ti queres, e por todos os ocos da instalación eléctrica e da auga, portais, subeu». Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales. Desde Protección Civil explicaron que «saltou moi rápido o lume, pero nunha hora dímolo controlado».
El alcalde, Melchor Roel, se personó en el lugar y agradeció la colaboración de Protección Civil de Xove, así como la disposición mostrada por médicos del ambulatorio aún sin tocarles estar de guardia.