La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) reclama algo más de 421.000 euros a cuatro concellos mariñanos, Ribadeo, Foz, Viveiro y Burela. La entidad niega que las cuantiosas deudas que tienen algunos ayuntamientos se deban a que las tarifas son desproporcionadas, sino a la acumulación de atrasos: «Son cantidades que derivan de deudas que nacen en el 2002 y a las que se han ido acumulando nuevas deudas, año tras año, hasta hoy», señala Javier Vidal, director SGAE Noroeste.
Frente a las críticas que arrecian contra esta entidad en los últimos tiempos, y en particular en A Mariña de alcaldes como el de Ribadeo y de concellos como el de Viveiro, la SGAE puntualiza que las tarifas que aplica son públicas y se pueden consultar en su página web, y añade: «Que una actividad sea gratuita para el público, o incluso que el propio artista o intérprete sea aficionado, no obliga al autor del repertorio a renunciar a sus derechos».
«La SGAE -señala Vidal- solo solicita derechos de autor cuando el repertorio interpretado es obra original o arreglo registrado por, al menos, uno de nuestros socios o representados del ámbito internacional». Y aclara que cuando la organización de un evento, fiesta o similar, tanto ayuntamientos como promotores privados, se niegan a facilitar las cifras de taquilla (en el caso de espectáculos de pago) o el presupuesto de gastos (para actividades gratuitas), lo que hace es una estimación objetiva sobre precios de mercado. En el caso de no llegar a un acuerdo con el promotor, la SGAE establece esa valoración como base de la demanda y si después el organizador aporta los datos originales, la tasa definitiva se calcula sobre éstos, haciendo los ajustes precisos. La SGAE quiere dejar claro que en ningún caso hace rebajas.
Llama la atención el caso de Viveiro, que no ha ofrecido ningún presupuesto ni documentación, por lo que en la vista judicial se le aplicó finalmente la estimación realizada por la SGAE.
Esta es la situación en la que, según la Sociedad General de Autores y Editores, está cada uno de los ayuntamientos referidos. Ribadeo : «Satisfizo en el año 2008 un pago de 22.507 euros correspondientes a derechos de autor del período 2000-2005. Lo que ahora se le reclama son 23.129 euros por el uso del repertorio que gestionamos desde abril de 2005 a diciembre de 2009». Burela : «La estimación de la SGAE por los derechos de autor devengados por actividades del ayuntamiento entre marzo de 2002 y junio de 2009 ascendía a 121.981 euros. Al presentar el consistorio algunos presupuestos originales, la cantidad inicial se ha ajustado a 116.249 euros, aunque esta cifra todavía podría alterarse si la entidad localiza y presenta otras cifras reales que no ha mostrado hasta el momento». Foz : «La estimación inicial ante la negativa del ayuntamiento a presentar los presupuestos, era de 116.618 euros. Al aportar, por fin, parte de la documentación original, la cantidad se ajustó a 103.139 euros». Viveiro : «Reclamamos 179.076 euros por actividades de abril de 2002 a julio de 2009. El ayuntamiento de esta ciudad no mostró presupuesto alguno ni documentación de sus actividades, por lo cual el juez dio por buena la estimación en su sentencia del 29 de abril de 2010. Debemos destacar que eventos como el Resurrection Fest u otros en los que participan músicos del ámbito internacional sí general derechos de autor, pues la SGAE tiene convenios de reprocidad con 145 entidades extranjeras para gestionar sus repertorios en nuestro territorio, igual que otros velan por los intereses de nuestros autores en los diferentes países».
El director de SGAE Noroeste, Javier Vidal, insistió ayer en pedir respeto para la propiedad intelectual y recomendó a los organizadores de eventos que presupuesten siempre los derechos de autor. Añadió que está a disposición de los ayuntamientos para aclarar cualquier duda y facilitar las gestiones.
Además aclara que la SGAE «distribuye sus ingresos entre los autores o propietarios de las obras que los han generado, aplicando la Ley de Propiedad Intelectual», y concluye: «La Sociedad General de Autores y Editores autoriza la utilización de su repertorio musical protegido solicitando una cantidad proporcionada que conforma el salario de nuestros autores».