Cao deja la presidencia de los empresarios de Ribadeo cargando contra los políticos

A MARIÑA

Califica a los últimos alcaldes y ediles de «aficionados» que lastran al concello

24 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«Bueno, chicos, me voy». Con esta expresiva frase comenzó ayer Gervasio Cao su última rueda de prensa como presidente de la asociación de comerciantes y del Centro Comercial Aberto de Ribadeo (CCA). «Intentei facer as cousas o mellor que puiden, defendendo o interese xeral, con moita dedicación», dijo. Atrás quedan once años de trabajo y decisiones trascendentales: la negativa de los empresarios a ocupar puestos auxiliares en el híper de Eroski y la conversión de Ribadeo en un CCA, en particular con la peatonalización de calles, así como la profesionalización de la gestión de la patronal. Gervasio Cao se va y lo hace sin tibieza, dejando claro su postura, con fuertes críticas a la clase política municipal, a la que acusó de ser aficionados que han lastrado el desarrollo de Ribadeo.

Falta de criterio, de miras y de ideas; gobernar a golpe de improvisación; enredarse en batallas estériles y particulares; y no haber hecho prácticamente nada en los últimos doce años. Eso es lo que reprocha Cao al alcalde actual y a los anteriores. Su tesis es que si Ribadeo ha prosperado ha sido a pesar de una nefasta gestión política. Como ejemplo pone la peatonalización de calles, que se financió con ayudas de la Xunta de un 70% por la gestión que hizo la patronal ribadense, no el Ayuntamiento.

Sobre el CCA, Cao acusó a los dos últimos gobiernos municipales de no hacer nada más allá de apuntarse el tanto, que no les correspondía, de la peatonalización de calles. «É doado apoiar proxectos que os demais poñen enriba da mesa, pero despois, cando chega o momento da verdade, non fan nada», señalo. Y es que el Concello no cumplió con lo que Cao considera el 50% del CCA: aparcamientos. «Van dúas lexislaturas e estamos sen plan xeral, sen Pepri, sen decidir como se vai resolver o problema da falta de aparcamento. Afeccionados á política dan ao traste con proxectos determinantes para o futuro de Ribadeo».

Cao dio por hecho que Ence dejará de trabajar en Mirasol, decantándose por El Musel: «É un caso perdido», y lo relacionó con la apatía del gobierno municipal. «Ribadeo está tendo un lastre para alcanzar o desenvolvemento que lle corresponden», dijo, para aludir al polígono, «que chega tarde e en mal momento»; a la playa As Catedrais, absolutamente desaprovechada, y a la falta de una idea clara sobre hacia dónde debe avanzar Ribadeo: «Improvísase todos os días». Como ejemplo puso la postura del PSOE, que estando en el gobierno elaboró una ordenanza de contaminación acústica a la que ahora, en la oposición, se opone: «Iso é frivolizar. Non se pode permitir». Del plan xeral comentó que el alcalde, Fernando Suárez, se dedica a «intercambiar cromos» con UPRI y el PSOE sin hacer realmente nada.