La ribadense que resultó herida de gravedad por las quemaduras que sufrió tras prender fuego su ropa por una pelota ardiendo con la que jugaban dos menores -el mayor de ellos tiene quince años-, continuaba ayer ingresada en la unidad de quemados del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña. Su pronóstico no había cambiado desde su ingreso, el martes por la tarde, y sigue siendo grave. Sufre quemaduras en un 40% de su cuerpo. Las piernas es la zona más afectada. En tanto, se ha presentado denuncia contra los dos chavales y se ha puesto el caso en conocimiento de la la fiscalía de menores, para que adopte las medidas oportunas.
La mujer herida, Ana N.F., de avanzada edad y con problemas de movilidad, regenta desde hace años el puesto de venta de pan situado en las inmediaciones del colegio Sagrado Corazón de Ribadeo. En ello estaba cuando ocurrió el insólito suceso.
Según las fuentes consultadas, dos chavales estaban jugando en el exterior del colegio con una pelota de ping pong a la que habían prendido fuego. En un momento, por motivos que no están claros, salió lanzada contra el local donde estaba Ana N.F., contra quien impactó la pelota, tras lo que le comenzó a arder la ropa por los tobillos. Eran sobre las dos de la tarde.
Tras dar la voz de alarma desde el servicio del 112 se puso en marcha el dispositivo de emergencia. Los primeros en llegar fueron agentes de la policía local de Ribadeo, quienes -según relataron- se encontraron a personal del colegio Sagrado Corazón atendiendo a Ana N.F. y tratando de enfriarle las piernas. Antes habían sido chavales que estaban en el lugar los que en un primer momento intervinieron y lograron apagar el fuego.
También llegó al lugar la Guardia Civil y una ambulancia del 061, que llevó a la herida al Hospital da Costa de Burela. De allí, dada la gravedad de las heridas, se decidió trasladarla al centro hospitalario especializado de A Coruña.
Tras interpelar a los chavales que se encontraban en el lugar, finalmente dos de ellos se reconocieron como responsables de lo ocurrido. Una vez identificados se dio traslado del caso al ministerio fiscal encargado de atender las denuncias con menores involucrados. Al parecer, tanto los dos presuntos autores como otros chavales que fueron testigos de lo ocurrido declararon en el cuartel de la Guardia Civil.
La noticia, adelantada por este diario, provocó la lógica conmoción ayer en Ribadeo. Desde el colegio Sagrado Corazón declinaron hacer comentario alguno sobre lo ocurrido. Se limitaron a recordar que el suceso tuvo lugar fuera del centro escolar. No obstante, profesores consultados afirmaron que están consternados y que hay una profunda preocupación en la comunidad docente.