Antes se ligaba en los bailes, las chicas de hoy prefieren las redes sociales

Eva Montenegro redac.viveiro@lavoz.es

A MARIÑA

14 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los lugares de encuentro eran las fiestas de campo o los salones. La gente de las aldeas recorría kilómetros, casi siempre andando, pues apenas había coches, como cuentan Herminda Martínez (Boimente, Viveiro-1933), Delia Fernández (Ourol, 1934), Dolores Lamelas Carballés (Magazos, 1933) y Amelia Rolle López (Merille, Ourol, 1914), reunidas en torno a una partida de cartas, en el club de jubilados de Caixa Galicia, en Viveiro.

«Botar botábannos o ollo primeiro eles a nosoutras, anque nosoutras tamén os mirabamos», afirman este grupo de jubiladas. «Cando nos viñan chamar a bailar, se había varios, xa sabiamos cal bailaba mellor e cal peor, e ao que bailaba mal negábamoslle o baile», relatan. Ese solía ser el primer contacto, del que a veces surgía una relación. Si ambos eran de la misma parroquia, podían regresar juntos, con el resto de vecinos. «Pasábamolo de marabilla, andando, nun rebaño, toda a pandilla», recuerdan.

Delia conoció a su marido, Víctor Leal, un día de San Lourenzo, en la fiesta de As Lobeiras. «El foise para a mili e eu ía todos os domingo á misa, e cando ían os mozos para cabo de miñas irmás, íame para a cama», relata. Así durante los 18 meses que duró el servicio militar, en África. Eran mozos formales y a la vuelta se casaron. Antes el matrimonio era casi la única opción. Las chicas de hoy toman la iniciativa, antes incluso que ellos. En la cervecería Bitácora se reúnen Inés, Lara, Eugenia y Sabela, de 15 años. Son amigas y estudian cuarto de ESO en el IES Vilar Ponte de Viveiro. «Hoxe máis ben somos nós as que tomamos a iniciativa, anque se da polas dúas partes», coinciden. Les gustan los chavales simpáticos, «e con cabeciña». «Deses case non hai, cabeza téñena, pero non pensan», apostillan.

Las adolescentes de Viveiro lamentan que no exista ninguna discoteca. En verano van a las fiestas, pero el invierno es largo y lo único que les queda son los pubs. Inés, Lara, Eugenia y Sabela creen que, en general, hay demasiada promiscuidad entre la gente de su edad. «Cada uno hace lo que quiere, pero...». Durante el cursos sus padres son más estrictos y solo les permiten salir «en datas sinaladas», como Navidad, Semana Santa o Carnaval. El lunes irán de juerga, eso sí, no hasta muy tarde, porque solo tienen 15 años.

El Messenger y las redes sociales, como Twenti o Facebook, son las principales herramientas de los más jóvenes para ligar. «As mensaxes de móvil están ben, pero gastas máis». Todas tienen ordenador en casa, con acceso a Internet. Nada mejor ni más barato para comunicarse con tus amigos y también con el chico que te gusta

Son muchas las cosas que alejan a estas dos generaciones, unidas, sin embargo, por el deseo de casarse y tener hijos, eso sí, no más de dos. El machismo, dicen las jóvenes, todavía persiste, aunque nada que ver con otras épocas.