La asociación Hogares Lar, que regentaba dos casas de acogida de menores tutelados por la Xunta, entregó las cartas de despido a las educadoras de uno de los pisos, cuyos niños fueron repartidos por otras instituciones de la provincia. Lar reconoce la improcedencia de un despido que justifica en que carece de plazas para recolocar a las trabajadoras.
La citada asociación, que lleva varias décadas trabajando con niños tutelados, renunció a las plazas que tenía en dos pisos de la capital, que cerrará. El que sigue funcionando lo hará durante mes y medio más hasta que Dignidad, la organización que se hará cargo de los menores, acabe las obras de la vivienda que está reformando.
Los niños que residen en la calle Amendoeira pasarán después a la casa de Dignidad.
Varios cierres
Hogares Lar no sólo cerró viviendas que tenía en la provincia de Lugo, sino que hizo algo similar con otras de la provincia de Ourense. La asociación cedió su patrimonio a otras organizaciones sin ánimo de lucro que se dedican al trabajo con menores. En algunos sectores se habla de problemas internos dentro de la propia asociación, que desembocaron en la situación actual.