Los vecinos de Lodeiro reclaman soluciones con cadenas y mordazas

La Voz

A MARIÑA

Las familias de los 118 pisos sobre los que pesa una orden de derribo se concentraron de nuevo en la plaza

03 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Desde hace once meses, cada primer miércoles de mes los vecinos y propietarios de los 118 pisos de Lodeiro afectados por una orden judicial de demolición toman la plaza Mayor de Viveiro para expresar públicamente su inocencia en una situación que está afectando seriamente a sus vidas, pidiendo justicia y reclamando soluciones a las instituciones que no dan llegado.

Ayer fueron las cadenas y las mordazas, los elementos utilizados para transmitir simbólicamente su impotencia, indignación y hastío. «Cadeas porque nos sentimos presos dunha situación que nós non provocamos. E sentímonos amordazados porque non temos dereito a defender o que lexítimamente é noso», explicaron en el manifiesto que hacen público.

Si en convocatorias anteriores recurrieron a los paraguas, las velas o las palabras colgadas en tendales, en esta ocasión con las cadenas perfilaron la palabra libertad, que unieron con cuerdas a sus manos, y en las mordazas con las que tapaban sus bocas se podía leer la expresión «son inocente». «As cadeas mantéñennos secuestrados nunha situación inxusta que non acaba de ser solucionada e seguimos esperando por todos aqueles que se enchen de verbas como liberdade, dereito, xustiza, para que nos descarguen das cadeas que nos impuxeron», señalan desde el colectivo de vecinos y propietarios afectados. No tienen intenciones de desistir de su reclamación por una situación que consideran «inxusta» y un conflicto en el que son invitados de piedra y ante el que se sienten «indefensos».

Respetuosos con la legalidad

En este sentido inciden sobre «a nosa situación de persoas inocentes condenadas a quedar sen as súas vivendas e non dispoñer delas», recordando que para la adquisición de las viviendas tuvieron que cumplir «os requisitos de legalidade de calquer cidadán responsable e respetuoso cunha leis que nos abandonan e un Estado de Dereito que deixa de ser tal cada minuto que nos sustrae da nosa liberdade».

La concentración de ayer fue la última de este año, pero tendrá continuación en tanto no se de solución a un conflicto que sorprendió a las 118 familias cuando se hizo público en noviembre del 2003, pero que se prolonga en el tiempo hasta el año 1999, cuando Francisco Santiago García solicitó al Concello de Viveiro la paralización delas obras porque la licencia contravenía las Normas Subsidiarias. En enero de este año el denunciante pedía al TSX de Galicia la ejecución inmediata de la sentencia. De momento, no hay respuesta a la petición de inejecución presentada ante el tribunal, ni tampoco de las medidas administrativas solicitadas a la Xunta.