Castropol mantiene su apuesta de tener un mercado semanal que coincide con el de Ribadeo, los miércoles por la mañana. El regidor castropolense, José Ángel Pérez, dice defender los intereses de su Ayuntamiento y se está beneficiando del malestar suscitado entre algunos vendedores ambulantes por las tasas que se cobran en Ribadeo. La oferta de Castropol consiste en no cobrar nada a los que se instalen a vender sus artículos. La pasada semana fueron solo cuatro, pero ayer la cifra ya se incrementó a nueve. Y de cara a la próxima semana Pérez afirma que hay unos quince previstos, varios de ellos vendedores que acudían al mercado de Ribadeo. También se da el caso de ambulantes que duplican su oferta, colocando puestos en ambos mercados, toda vez que el de Castropol les sale gratis.
«Tenemos cinco o seis nuevos puestos que quieren venir a Castropol la próxima semana», aseguró ayer el regidor castropolense. José Ángel Pérez no esperaba esta respuesta, algo que ha llevado al consistorio a variar la ubicación del mercado. A partir de ahora se celebrará en el campo de La Paloma, una zona verde situada cerca del cementerio municipal.
Pérez confirmó ayer que varios ambulantes -una cifra que no precisó- decidieron abandonar el mercado de Ribadeo para instalarse en el de Castropol. «No quiero rivalizar con Ribadeo ni hablar de lo que hacen los demás, a mí me interesa mi mercado y los intereses de Castropol. Nosotros no elegimos el día, fueron las propias empresas las que apostaron por el miércoles por la mañana», aseguraba ayer el regidor socialista.
De momento no se cobra ni un solo euro por la instalación de los puestos, algo que podría cambiar de cara al verano si el mercado se asienta definitivamente en el concejo. Lo que sí se acometerá en unos días es una reforma de la zona donde se hará el mercado, el campo de La Paloma, con el objetivo de mejorar la situación de las empresas. El coste lo pagará el Ayuntamiento, aunque los vendedores se han comprometido a poner algo de dinero.
Uno de los ambulantes que ha dejado Ribadeo por Castropol fue el portavoz de éstos en la huelga que mantuvieron hace meses por las tasas que se aplicaban en la villa ribadense, Javier Rouco: «Me fui porque solicite ocupar menos metros, 24 en lugar de 65, pero pasaban los meses y me seguían cobrando por 65, aunque ocupaba 24. Yo no estaba dispuesto a pagar 400 euros al mes y como en Castropol todo son facilidades, decidí cambiar». Rouco afirmaba que ayer las ventas para él fueron buenas: «Con poca caja que haga, con la diferencia de tasas que hay, ya me compensa. Pero me encontré con muchos clientes que son de Castropol y que solían ir al mercado de Ribadeo. Las expectativas eran pobres, pero yo veo bien este mercado. Hice más dinero que en Ribadeo».
Precisamente desde el Ayuntamiento ribadense aseguraban ayer que la única baja que han tenido en las últimas semanas en el listado de vendedores ambulantes ha sido la de Javier Rouco. El mercado ribadense cuenta con 81 puestos, sin incluir los de verdura y en la actualidad tienen una lista de espera de unos 80 comerciantes: tiendas de ropa, calzado, plantas medicinales, ferreterías, etcétera. De hecho, se está estudiando la posibilidad de acometer una ampliación en las calles Ramón González y Reinante.
Es cierto que ayer se observaban algunos huecos en el mercado de Ribadeo, pero desde el Ayuntamiento lo atribuyen a circunstancias coyunturales, como por ejemplo el viento y la amenaza de lluvia, que siempre provoca alguna baja.