La tragedia hizo que la Armada Española prohibiera que padres e hijos fueran en la misma embarcación

La Voz

A MARIÑA

01 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Siempre se mencionan los 550 muertos que la tragedia de la fragata Magdalena y el bergantín Palomo dejó en la ría de Viveiro. Sin embargo, los investigadores coinciden en que aquella aciaga madrugada entre el 2 y 3 de noviembre de 1810 los fallecidos rondaron los mil, porque la flota que intentó ponerse a resguardo del temporal reinante en la ría viveirense era mayor. Al menos se hundieron «otra nave corsaria inglesa de la escuadra de Renovales y la goleta Insurgente Roncaselo» , junto a otras pequeñas naves.

El que fue cronista oficial, Juan Donapetry, recuerda en su Historia de Vivero y su concejo , que en la madrugada del 3 de noviembre la playa de Covas amaneció sembrada de cadáveres. Entre los muertos figuraba el comandante de la Magdalena, Blas Salcedo, y su hijo, a sus órdenes como guardamarina en el mismo buque. La magnitud de la tragedia provocó que la Armada Española prohibiera desde entonces que «país e fillos ou varios irmáns navegaran xuntos no mesmo buque» relata Hixinio Puentes Novo en el libro Os naufraxios da Galicia Norte .