Los Arándanos (Taramundi) va más allá del típico del restaurante pues es también taller de productos ecológicos y finca dedicada a los pequeños frutos del bosque
22 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.En las ferias Produart de Burela y Eco21 de Vegadeo los visitantes pudieron descubrir el pasado verano un «lugar con alma» en el Occidente astur. En el corazón de un bosque autóctono que ahora en otoño mostrará sus mejores tonos, en Almallos, una aldea de agroturismo de Taramundi, se alza el proyecto que hizo realidad el sueño de dos jóvenes afincados en Madrid, Virginia Ruiz y Miguel Robles. Los Arándanos, abierto el año pasado, trasciende el perfil típico de un restaurante pues a mayores es el único taller de productos ecológicos de la comarca Oscos-Eo y acoge la primera finca ecológica de pequeños frutos del bosque del Occidente asturiano, de donde salen los arándanos, fresas, frambuesas, grosellas negras y rojas y moras que terminan su vida convertidas en exquisitas mermeladas. Virginia y Miguel dan la oportunidad a los que quieran aprender a elaborar esas delicias caseras con recetas tradicionales y otras más, a través de cursos (jabones, velas, etc...).
Los productos elaborados, mermeladas, zumos, batidos, helados o salsas que tienen un alto contenido en fruta y se comercializan tanto el local, como en tiendas especializadas o por Internet, en versiones sin azúcar o para la hostelería, tienen la garantía de ser «100% naturales y ecológicos certificados».
Menús sanos y ecológicos
En el restaurante, que es totalmente accesible para personas con minusvalías y tiene implantado un sistema de calidad, los productos de la zona, los alimentos saludables y ecológicos y de temporada tienen su espacio y su mimo en Los Arándanos y ofrece menús especiales para diabéticos, celíacos, vegetarianos, etc... De todas las elaboraciones se encarga Miguel, prestigioso cocinero vasco con una dilatada experiencia.
La gastronomía tiene su peso en este negocio. De hecho Los Arándanos permite descubrir los sabores del bosque a través de degustaciones (los sábados, al aire libre, con paseo por la finca incluido) y jornadas culinarias. Para noviembre, explica Miguel Robles, dedicarán unas al pollo de corral (por pedidos). La misma Reserva de la Biosfera Oscos-Eo-Terras del Burón inspira sin parar a los artífices de este proyecto situado entre lo turístico, lo gastronómico, lo cultural y lo etnográfico porque también da cabida al senderismo. Próximamente pondrán en marcha la ruta de los tejos centenarios y otra de los miradores: «Son rutas personalizadas que vamos a diseñar nosotros, con un pequeño dosier para que a quien de verdad esté interesado o le gusten los árboles, tenga la posibilidad». Otras rutas que llevan a cabo son las de las hierbas medicinales o plantas culinarias y la del bosque, ideal para después de comer.
Aún hay más complementos porque Los Arándanos exhibe la colección del geólogo Miguel A. Fernández Periz de minerales y piedras semipreciosas de distintas partes del mundo. «Intentamos no ser un simple restaurante -explica Miguel- y tener detalles con el cliente». «Otro de nuestros próximos retos es la rehabilitación de una construcción antigua para convertirla en un alojamiento rural. Creemos que sería un complemento perfecto», dice Virginia. «Es cierto que hay mucho trabajo, pero el resultado es tan bueno que merece la pena», concluye ella. Entre los dos llevan adelante Los Arándanos.