«La cetrería es el arte de cazar con aves de presa, no de hacerlas volar en una plaza»

A MARIÑA

El adiestramiento de aves de rapiña fue un deporte reservado en la Edad Media a la realeza, que se ha sofistificado, pero mantiene su esencia

19 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Fue deporte de reyes, practicado sobre todo en la Edad media, y en la actualidad todo un arte que combina experiencia, destreza y confianza en el animal y en uno mismo. La cetrería sigue siendo una afición de minorías, tal vez por la desconfianza que siguen generando las aves rapaces. En A Mariña los cetreros, como así se denominan a quienes adiestran a estos orgullosos señores del cielo, son escasos, y Alejandro Quelle es uno de ellos. Es el propietario de Alfa y Conan, una pareja de águilas de Harris, y junto a su novia, de un búho de Virginia que aún no tiene nombre. Pronto se sumarán a esta singular familia otros dos ejemplares de cernícalos. -¿Cómo se metió en el mundo de la cetrería? -Fue una casualidad. Hace cinco años fui con unos amigos a la feria medieval de Ribadavia y conocí a la persona que estaba con su empresa de cetrería, y empecé a trabajar y hacer ferias para el. La verdad que siempre me han gustado los animales, y la primera vez que volé un pájaro quedé encandilado. -¿Qué se necesita? -Más constancia y dedicación que otra cosa. Las águilas son criadas por los padres, y luego tu las amansas y sociabilizas y las pones a volar. Las nocturnas, como el búho, tienes que criar el pollo desde el principio. Con tres meses o tres meses y medio ya están vestidas y son adultos. -¿Son caprichosos estos animales? -Estas aves son muy listas y se las saben todas. No son como los perros, que les dices siéntate y lo hacen; las rapaces solo responden a la carne, a la comida. No asocian al refuerzo negativo, al castigo, sino al estímulo positivo, al premio, y te asocian ati con ese premio que les das cuando hacen una acción bien. -¿Es una afición cara? -Es cara, si, pero no tanto la alimentación, que te mandan congelada desde una empresa (pollitos, ratas, palomas), y que rondará los 300 euros al año para cada animal. Lo que es caro es el resto, comprar los animales, su cuidado, y hacer las instalaciones para ellos, porque no es lo mismo tenerlos amarrados en unas posaderas que tenerlos en una buenas halconeras. (Alejandro tiene sus halconeras, de nueve metros cuadrados, en una finca en Magazos) -¿Hay que dedicarles mucho tiempo? -Necesitan entrenamiento diario, excepto cuando cambian la pluma en primavera. Ahora por ejemplo están paradas por esa razón. Hay que volarlos todos los días entre treinta y cuarenta minutos cada uno, dependiendo del peso. -Deporte de reyes, la cetrería ¿ha cambiado mucho? -Se ha mejorado, pero la base sigue siendo la misma. Ahora hay hasta equipos de telemetría para tenerlos localizados, pero en esencia, es lo mismo. Y hay que dejar claro una cosa, la cetrería es el arte de cazar con aves de presa, no hacer volar los pájaros en una plaza. -Podremos ver sus aves durante el próximo Mercado Renacentista de Viveiro -Si, pero aquí también quiero aclarar algo. Yo en verano hago ferias medievales con la empresa de Ribadavia que comentamos antes, y cuando me lo plantearon no puse ningún problema, pero estos son mis pájaros y no habrá demostraciones, no pedí permiso de vuelo, solo podrán verse. Y no cobro nada por hacerlo.