Hace casi un año que cuatro mujeres dedican algunas horas del día a cuidar a enfermos que no tienen cerca familiares ni amigos que les hagan compañía mientras están ingresados en el hospital de Jarrio. Durante 2008, 56 personas pudieron disfrutar de este servicio, la mayoría mujeres mayores de 60 años, que viven solas en sus casas.
Este programa de voluntariado, que impulsan el hospital, el centro Edes y el centro social El Encuentro de Navia, recibió esta semana uno de los premios anuales que falla el Colegio Oficial de Trabajo Social de Asturias. Un galardón que premia las buenas prácticas relacionadas con este ámbito y que recogieron las cuatro voluntarias y la coordinadora sociosanitaria de Jarrio. «Este programa es único en Asturias porque las cuatro voluntarias ayudan a cualquiera de los pacientes que lo necesitan, no como en otros hospitales asturianos, donde se reduce a determinadas enfermedades, como el cáncer», destacó Elena Badallo.
Dos horas, dos días a la semana, las cuatro voluntarias recorren algunas habitaciones del hospital prestando su tiempo para mitigar situaciones de soledad y disminuir la ansiedad de los pacientes. «Intentamos hacerles más agradable el tiempo de estancia y ellos son muy agradecidos con nosotras», comenta Consuelo López, una de las voluntarias.
El programa está destinado a todas las personas que ingresen en el hospital y no tengan familiares o amistades cercanas que les que les visiten y acompañen durante su estancia, dando preferencia a personas mayores de 60 años y que vivan solas.