El Viveiro C.F. pasa de la modernidad

A MARIÑA

12 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«El Viveiro siempre ha jugado en Cantarrana, se siente cómodo allí; no creo que los socios aprobasen un cambio de escenario. Además, el campo nuevo es muy poco acogedor, el terreno de juego no está en buenas condiciones y cuando sopla el viento de nordeste resulta muy complicado jugar o presenciar un partido. Lo ideal sería que estuviera ubicado de forma transversal a la ría y no en paralelo». El razonamiento de Domingo González, actual presidente del Viveiro C.F., aprobado por una gran mayoría de aficionados y algunos afectados, explica por qué al nuevo estadio municipal viveirense se le da una utilidad bien distinta a la prevista cuando fue concebido.

Las instalaciones fueron levantadas entre 1995 y 1996 gracias a una inversión de 200 millones de pesetas. Fueron inauguradas el 2 de julio por Manuel Fraga y se estrenaron a finales de ese mes con un enfrentamiento entre el Viveiro y el Deportivo.

Gestores

Según los gestores políticos de entonces, servirían de escenario preferente al principal club local, que competía en Tercera División. Trece años después, Cantarrana continúa siendo el campo principal y el nuevo estadio se utiliza para entrenamientos y como escenario de partidos de categorías inferiores y de Segunda Autonómica, donde compite el Sacido, además de algún torneo veraniego.

Un total de 16 conjuntos se ejercitan en el recinto ubicado en la denominada zona de O Cembedo: 10 equipos de la Escuela de Fútbol Viveiro [desde prebenjamines hasta alevines], 4 del Viveiro [primera plantilla, juveniles, cadetes e infantiles], 1 de la A.D. Praia de Covas [infantiles] y la plantilla del Sacido. El primer equipo del club celeste es el único que no lo usa también para disputar sus compromisos ligueros.

Con el nombre de Lendoiro

El estadio cuenta con un terreno de juego de hierba natural con unas dimensiones de 105x65 y una grada cubierta con asientos individuales con capacidad para 1.100 espectadores. En su momento, el ex alcalde viveirense César Aja propuso darle el nombre de Lendoiro, pero su deseo no prosperó.