Acusan al dueño de un locutorio de abusar de una mujer tras darle a fumar droga

La Voz

A MARIÑA

21 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Una mujer que quedó totalmente obnubilada, según el fiscal, después de fumar un cigarrillo con droga fue víctima de abusos sexuales por parte del propietario de un locutorio de la zona de A Milagrosa. Esa es la teoría del acusador público que ayer pidió dos años de cárcel para el presunto autor que fue juzgado por el titular del Juzgado de lo Penal número 2 a puerta cerrada.

El imputado es P.S.B.O., de 43 años. Los hechos, según la acusación, sucedieron el 3 de septiembre del año 2004 sobre las seis y media de la tarde. El acusado se encontraba en el locutorio telefónico de su propiedad cuando llegó al mismo una joven a la que el hombre conocía porque su familia tiene un establecimiento en la zona.

El propietario del locutorio y la muchacha iniciaron una conversación. Supuestamente él trataba de ganar la confianza de ella, hasta el extremo de que, pasado algún tiempo, le ofreció de fumar, concretamente un cigarrillo. La víctima aceptó la propuesta sin saber que el pitillo en cuestión no era más que una trampa, según el fiscal.

Resulta que, según la acusación pública, el cigarrillo estaba mezclado con hachís y aceites esenciales de plantas y maderas. Ella acabó mareándose. «Comenzó a sentir una sensación de obnubilación», apuntó el acusador público.

La llevó a la parte de atrás

Cuando la mujer ya no era consciente de lo que estaba pasando, el acusado supuestamente aprovechó para llevarla a la parte de atrás del establecimiento con ánimo lúbrico, según el fiscal. La misma versión apunta a que acarició todo el cuerpo de la joven mientras la untaba con aceite y, con posterioridad, pasó a cometer diversos abusos.

Cuando la joven reaccionó volvió a vestir sus ropas y abandonó el lugar, para dirigirse al Hospital Xeral donde fue reconocida. En el juicio de ayer estaba previsto que declarase una médico que la atendió.

La versión del acusado sobre los hechos no pudo ser obtenida. Su abogado informó telefónicamente de que el imputado había solicitado no ofrecer información.

El fiscal, además de los dos años de cárcel, solicita que el acusado pague al Sergas 265 euros por la asistencia médica dispensada a la mujer. En el juicio de ayer algunos testigos declararon a través de videoconferencia, entre ellos dos técnicos del servicio de Biología del Instituto de Toxicología. También declaró por este sistema un agente del Cuerpo Nacional de Policía. Otro de los citados a declarar, en este caso, para ratificar sus informes fue el forense Francisco Javier Varela.

Este es el segundo juicio por cuestiones de tipo sexual que se celebra en esta semana a puerta cerrada en los juzgados lucenses. El martes, en la Audiencia Provincial, fue juzgado un vecino de Castro de Rei, para quien el fiscal solicita una dura pena, acusado de violar a una joven de 14 años en un monte del municipio en 2005.