La estrella fue un bombardero B-1 de Estados Unidos, la segunda vez que se ha visto en Europa
SOCIEDAD
Pocos bañistas resistieron la tentación de poner a prueba su pericia para cazar con un clip la instantánea del siglo. Abundaban las cámaras digitales caseras, pero también las réflex con teleobjetivo. Todo un safari fotográfico.
Entre los aparatos más esperados estaban dos joyas de la alta tecnología. La primera dio varios pases a velocidad de vértigo hasta la isla de Toralla. Se trataba del cazabombardero de alas de titanio B-1, de Estados Unidos, y que es la segunda vez que se ve en los cielos de Europa. «Es silencioso, pero deja tras de sí una tormenta; parece un quemador de pollo asado», decía el comentarista por la megafonía de la playa. El presidente Carter no lo quiso, pero luego Reagan lo reformó. El bicho más moderno fue el Eurofighter de la fuerza aérea española. Sus turborreactores de color rojo le dieron un empuje de 20.000 libras y lo pusieron a 2 match (dos veces la velocidad del sonido).
Tras la exhibición, llegó la hora de sacar la fiambrera en el pinar y tomar una siesta.