Desayuno de domingo con... Luis Piedrahita: «Uno ve a Milei o escucha a Trump y... Hemos convertido el surrealismo en realismo»

XLSemanal. ¿De qué va su monólogo?

Luis Piedrahita. Del tema de moda: la libertad. Siempre está en entredicho y nos la intentan quitar o vender más cara de lo que nos la compraron.

XL. ¿Tenemos escrito nuestro destino?

L.P. Esa es la gran pregunta filosófica de mi show: ¿es el azar un derecho inherente de la naturaleza o es una consecuencia de nuestra ignorancia?

XL. ¡Me rindo! ¿Este comecocos acaba en tragedia o en comedia?

L.P. Al parecer, la física tiene la buena noticia de que no está todo escrito, de que hay un huequito, pequeñito, para que cada uno haga lo que le dé la gana.

XL. No sé si festejarlo o deprimirme...

L.P. Parece un turrón filosófico del duro, pero es una comedia muy divertida sobre los dos motores que nos mueven: el miedo, que te ata y bloquea, y la esperanza, que te abre caminos y te empuja. El miedo espanta a la risa, y la risa espanta al miedo. Planteo un duelo: ¿a ver quién dispara primero?

XL. ¿Y quién lo hace?

L.P. La risa… ¡y gana! Los grandes dilemas los enmascaro de temas domésticos, como el de la leche de soja, el vello púbico...

XL. Por cierto, ¿qué tiene contra esa leche?

L.P. Que basta ya de ordeñar cosas que no tienen pezones. He visto ya 'leche de arroz'... Nada te impide así hacer arroz con leche con leche de arroz. Y esto es casi incesto culinario. El que ha hecho ese postre lo sabe. Quien eche leche de arroz al arroz con leche está jugando a ser Dios [ríe]

XL. Volvamos a ponernos serios: las situaciones surrealistas que vivimos ¿convierten el absurdo en realismo?

L.P. Cada vez es más difícil hacer comedia, sí. Hemos convertido el surrealismo en realismo: uno ve a Javier Milei o escucha a Donald Trump y no hay guionista que escriba. Si los políticos se dedican a hacer comedia, los comediantes vamos a tener que dedicarnos a la política.

XL. Colabora en El hormiguero desde su creación, hace 19 años. Esta temporada arrancaron con una invitada de excepción: Victoria de Marichalar. Diga la verdad: ¿estaba tan rica la tarta de chocolate que Vic llevó para celebrar su 25 cumpleaños?

L.P. Te voy a ser sincero hasta niveles casi de nudismo. Probé las dos y me gustó más la de Victoria que la de Pablo, pero me pareció demasiado dulce, un poco empalagosa [ríe].

XL. ¿Y Victoria?

L.P. Una chica de lo más normal, ni dulce ni amarga. ¿Alta? Al lado de Pablo todos somos altos [ríe].

Buscando inspirarse

«Yogur fresquito con frutos rojos, porque son antioxidantes: le echo semillas para ver si nace algo dentro de mí [ríe]. Y un café con leche».

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