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Habría que recoger la orina en casa El pis de los parisinos, la clave para poder nadar en el Sena

París se ha gastado 1.400 millones de euros en limpiar el Sena, pero cuando llueve mucho el río se contamina con el desborde del alcantarillado. La solución es no tirar la orina al inodoro y aprovecharla como fertilizante. Lo asegura un experto y veterano en el servicio de aguas de la ciudad.

El pis de los parisinos, la clave para poder nadar en el Sena

Miércoles, 31 de Julio 2024, 12:23h

Tiempo de lectura: 3 min

Cuando llueve las aguas del río Sena no son aptas para el baño porque se desborda el alcantarillado de la ciudad y hace que las aguas residuales vayan a parar al río. Por eso la alcaldesa Anne Hidalgo tuvo que retrasar su baño preolímpico para demostrar que se puede nadar en el Sena: lo había planificado antes, pero como llovió la víspera tuvo que cambiar el día de su chapuzón frente a las cámaras.

La idoneidad del Sena para el baño alimenta la polémica desde hace años. Uno de los que más ruido hace es Fabien Esculier, investigador de alternativas al sistema de aguas residuales de París. Según él, la clave está en la orina de los parisinos. No deberían desperdiciarla tirándola a los retretes de la ciudad. Deberían recogerla y así habría una doble recompensa: el río no se contamina y se puede aprovechar como fertilizante.

«Producimos fertilizantes a diario», explica Esculier. La orina se compone principalmente de agua, sales y urea, que contiene nitrógeno: una sustancia que necesitan las plantas para crecer. En el siglo XIX, en Lille, en el norte de Francia, existían los 'drenadores' que recogían orina humana y la compraban para venderla como fertilizante, cuenta Esculier. Era una sustancia tan valiosa que se comprobaba que no estuviera diluida. Pero hace más de 100 años, Fritz Haber y Carl Bosch averiguaron cómo extraer el nitrógeno del aire; nacieron así los fertilizantes artificiales y los agricultores pudieron producir más alimentos. Eso sí, una vez digerida la comida excretamos el nitrógeno por el inodoro, un problema porque el proceso alimenta el cambio climático.

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Río limpio.El ayuntamiento de París ha acometido obras para terminar con la prohibición de bañarse en el Sena (que data de 1923) como una piscina subterránea para recoger el agua de las de las alcantarillas y que no se vierta en el río. Pero no es eficaz si llueve mucho.

«El sistema actual es absurdo», afirma Esculier. Habla con conocimiento de causa porque este ingeniero fue jefe de ‘la policía del agua’ del área metropolitana de París y de los grandes ríos de la cuenca del Sena. Parte de su trabajo era vigilar los niveles de nitrógeno de sus aguas. «Rojo, rojo, rojo, todos los años era rojo», dice. Demasiado nitrógeno en el agua. Así que la solución es recoger la orina de los parisinos. No parece fácil: en el área metropolitana de París viven alrededor de 11 millones de personas. Demasiada orina. Una opción es utilizar unos sanitarios capaces de separar la orina.

Esculier defiende que no sólo los deportistas deberían poder nadar en el Sena, sino todos, a partir del próximo verano. Y terminar así con una prohibición que comenzó en 1923. París lleva mucho tiempo intentando limpiar el Sena. Hace 50 años se construyeron plantas de tratamiento de aguas residuales y con ellas mejoró la calidad del agua, pero subieron los costes. A principios de mayo la alcaldesa Hidalgo inauguró la ‘catedral', una piscina subterránea sostenida por columnas gigantes, que costó unos 90 millones de euros. Cuando llueve se recoge el agua de las alcantarillas para que no desemboque en el Sena. A mediados de junio, cuando hubo una gran tormenta, se acumularon en ella 40 millones de litros de agua. París ha invertido 1.400 millones de euros en su empeño de limpiar el Sena.

Pero las medidas tomadas no son del todo efectivas si llueve mucho. Fabien Esculier advierte: «Si hay tormenta el día anterior, no se puede nadar. Todo el mundo lo sabe desde tiempos inmemoriales»