El Dépor devuelve a Lucas a casa

Un año después de despedirse de Riazor, Lucas ganó la partida al Arsenal y regresó a casa. Varios meses de presión, casi rebeldía, fueron necesarios para que el delantero coruñés haya conseguido jugar donde quería: en el Dépor. El club blanquiazul y el londinense alcanzaron ayer un acuerdo de cesión, sin opción de compra, según el cual el punta de Monelos jugará la próxima temporada en A Coruña. A cambio, la entidad que preside Tino Fernández se hará cargo de la ficha del futbolista, además de pagar al Arsenal, en concepto de cesión, una cantidad que no ha trascendido. Según algunas fuentes, después de que el punta haya rebajado su remuneración, el total de la operación superaría los cuatro millones de euros.

Tras el acuerdo, alcanzado ayer por la tarde, Lucas viajó a A Coruña, en donde aterrizó casi a medianoche. Esta mañana pasará el pertinente reconocimiento médico antes de firmar su nuevo contrato.

De esta manera, se ve cumplido el deseo del jugador, y el club coruñés da por cerrada una plantilla que mejora con creces la del año pasado, con una delantera con tres nombres de primer nivel: Andone, Adrián y Lucas Pérez.

Se cumple así la ilusión por la que Lucas llevaba meses luchando. Por su deseo de jugar en el Deportivo se enfrentó al al club que posee sus derechos. Y por ese objetivo rechazó las propuestas de Olympique de Marsella, Everton, Newcastle, Lazio, Sevilla, Valencia, Galatasaray, Espanyol, Levante, Betis... Todo, incluso bajándose la ficha.

Como si de una jornada de alta montaña del Tour se tratara, el Deportivo se fue deshaciendo poco a poco de rivales en la lucha por Lucas. Porque el de Monelos fue rechazando una a una todas las propuestas que el Arsenal le hizo llegar. La última, la del Sevilla. Berizzo lo quería para su proyecto de Champions, pero el compromiso de Lucas con el Deportivo era total, tal y como manifestó su representante, Rodrigo Fernández Lovelle, ayer al ABC Sevilla: «Le damos las gracias al Sevilla, pero Lucas Pérez no puede dejar tirado al Dépor».

Porque desde que el pasado mes de abril se iniciaron los primeros contactos, tal y como publicó La Voz de Galicia, Lucas tuvo claro que quería regresar a casa. Su sueño, ser internacional y tener posibilidades de disputar el Mundial de Rusia. Sabía que la mejor opción para conseguirlo era jugar tranquilo, en casa, rodeado de su gente.

Larga y dura negociación

En esta tesitura, una vez que se supo que Arsene Wenger seguiría como entrenador, y que no iba a contar con el coruñés, el Dépor se puso manos a la obra.

Desde A Coruña, Tino Fernández y Richard Barral dirigieron las operaciones. En Londres, Rodrigo Fernández Lovelle se encargó de ejercer presión.

Pero el Arsenal se opuso desde el inicio a una cesión. Solo contemplaba la venta. Quería recuperar parte de los 21 millones de euros invertidos en Lucas y tasó su traspaso en 15 millones.

El Dépor tiró de calculadora y llegó a ofrecer 12 millones por su contratación, pero fueron insuficientes para el Arsenal. Llegaron propuestas de equipos de diferentes países. Las hubo de todos lo tipos: cesión sin opción de compra, cesión con opción, traspaso... Y por diferentes precios. El Levante llegó a ofrecer tres millones por el préstamo (uno fijo más dos en variables) y se haría cargo de la totalidad de la ficha del jugador. Cerca de siete millones de euros en total. Pero Lucas se mantuvo firme.

Hasta que el plazo fue agotándose y ayer el Dépor echó el resto y consiguió convencer a los responsables del club londinense de que la mejor opción era que Lucas acabara jugando cedido en el Deportivo. De momento, este año. El tiempo dirá si es el único o el principio de un nuevo idilio entre el de Monelos y la escuadra blanquiazul.