Los hijos de Enrique y Meghan ya son oficialmente príncipes de Inglaterra

Los enfrentamientos familiares no han dejado a los hijos de Enrique y Meghan sin los títulos nobiliarios que les corresponden por pertenecer al linaje de los Windsor. La familia real británica acaba de modificar su página web para actualizar el tratamiento oficial que de ahora en adelante recibirán los hijos de los duques de Sussex, Archie y Lilibet, con los títulos de príncipe y princesa, informa Efe.

Este cambio introducido en la página de la casa real llega después de que el portavoz del príncipe Enrique y su esposa, Meghan, confirmara que su hija pequeña, Lili, de dos años, fue bautizada el pasado viernes en un acto privado celebrado en la mansión de Montecito, el domicilio de Los Ángeles (California) donde reside el matrimonio. En el anuncio, el portavoz corroboró la noticia refiriéndose a la niña por primera vez públicamente como «princesa».

«Puedo confirmar que la princesa Lilibet Diana fue bautizada el viernes, 3 de marzo, por el arzobispo de Los Ángeles, el reverendo John Taylor», señala el portavoz de la pareja. El bautizo se celebró, según revelan algunas publicaciones, de manera privada en el hogar de los duques en California, donde residen después de anunciar en el 2020 su decisión de retirarse de sus funciones como miembros de la realeza británica, algo que los ha ido distanciando cada vez más de la familia real. Ni Carlos III ni el príncipe Guillermo asistieron a la ceremonia.  

Hasta ahora la página web de la familia real británica no se había actualizado y los hijos de Enrique y Meghan figuraban con tratamiento de Master Archie Mountbatten-Windsor y Miss Lilibet Mountbatten-Windsor.

Según recogen medios del Reino Unido y Estados Unidos, el portavoz de los duques había indicado que «los títulos de los niños eran un derecho de nacimiento desde que su abuelo (Carlos III) se convirtiera en monarca. Este asunto se ha acordado desde hace algún tiempo en línea con el palacio de Buckingham».

Según las reglas fijadas por el rey Jorge V en 1917, los hijos de Enrique y Meghan, como hijos de un hijo de soberano de este país (el príncipe Enrique), se convierten automáticamente en príncipe y princesa y su tratamiento pasa a ser el de alteza real si así lo deciden.

Durante un tiempo se había asegurado que uno de los motivos del resentimiento que los duques de Sussex albergan hacia la familia real era el hecho de que sus hijos no hubiesen recibido el tratamiento de príncipes de forma automática. Algo a lo que, según sus normas, no tenían derecho hasta ahora por no ser nietos directos de un rey, sino que eran bisnietos de la fallecida reina Isabel II.

El nuevo nombramiento no altera su posición en la cadena dinástica. Archie y Lili siguen ocupando, como hasta ahora, el sexto y séptimo puesto en la línea de sucesión al trono británico, respectivamente.

Este gesto está siendo interpretado por algunos como un leve acercamiento de posturas entre Carlos III y su hijo menor de cara a la próxima ceremonia de coronación, que tendrá lugar el próximo 6 de mayo. Después de muchas dudas sobre las consecuencias del distanciamiento, hace unos días los duques de Sussex recibieron la invitación a los actos de proclamación, tal y como confirmó su portavoz oficial. «Por ahora, no podemos decir si el duque y la duquesa asistirán», aseguró su representante, dejando en el aire si la pareja aceptará finalmente la convocatoria.

En caso de acudir, Enrique no tendría un papel esencial en el acto, sino que ocuparía un segundo plano en calidad de familiar del jefe de Estado.

La invitación llegó a casa de Enrique y Meghan la misma semana que Carlos III les comunicó que debían abandonar Frogmore Cottage, su vivienda en Reino Unido, una casa de campo situada en los terrenos del castillo de Windsor. El príncipe Andrés será el próximo inquilino de la vivienda. 

Después de su incendiario libro de memorias y de las declaraciones nada amables que hizo en las entrevistas para promocionarlo, el pasado fin de semana Enrique siguió abundando en el dolor de su infancia en una entrevista con el doctor y experto en traumas infantiles Gabor Maté. Durante la charla llegó a decir que había crecido en un «hogar destrozado», del que Meghan Markle lo ayudó a salir.