El estreno literario del santiagués Mario E. Casas, «o neno prodixio» del cómic gallego con 14 años: «É un fito»
Santiago
El joven, alumno del IES Lamas de Abade, presenta el jueves en Komic su obra novel, «A lenda de Santoro». «O máis sorprendente é a abraiante capacidade para contar que ten», realza el librero y experto Pío Barreiro
10 Dec 2025. Actualizado a las 15:05 h.
Desde que pudo ver y leer el cómic A lenda de Santoro, Pío Barreiro, fundador de la librería Komic, la primera de Santiago, y de Galicia, especializada en el noveno arte, se quedó asombrado. «O máis sorprendente é a abraiante capacidade para contar que ten o seu autor, un novo talento de só 14 anos. Mirando tanto as viñetas unha por unha como as páxinas enteiras ou as accións que conforman unha escena, non atopamos nada superfluo nin casual. Todo o que debuxa Mario conta algo, ata nas olladas e na expresividade das facianas, mesmo nas dos animais, nas que o autor segue aportando información sobre o que está a pasar. As anatomías dos personaxes son perfectas. Todo o debuxo sorprende. Coa súa idade, é un fito», encadena con entusiasmo Pío, situando ya al joven como «O neno prodixio da banda deseñada galega» y avanzando que este jueves, a partir de las 18.00 horas, su conocida librería acogerá la presentación y la firma de la obra —«A portada é tremenda»—, que editó el padre del menor, Mariano Casas, conocido en Santiago por su faceta como pintor, autor de cómics —autor de los 5 volúmenes de Santiago para picheleiros— y profesor de dibujo en la Escola Mestre Mateo.
Mariano, quien no esconde su orgullo —«Es muy bonito ver en tus hijos capacidad de crear, con sus propias ideas y referentes»—, fue quien, de hecho, enseñó al librero el «comicazo» de su hijo, alumno de la ESO en el IES Lamas de Abade.
«Mario empezó a dibujar el cómic hace, aproximadamente, dos años. Su pasión por el dibujo viene, aún así, de lejos. Entiendo que al dedicarme yo a ello y al ver cómo su tía, arquitecta, también dibuja, o que su abuelo, ahora ya jubilado, también creaba, él ya veía lo de pintar como algo natural. Siempre le gustó. Pero hacía dibujos sueltos; nunca había creado una obra narrativa, y tan larga», aclara su padre, recalcando que Mario en el dibujo «es, técnicamente, muy bueno».
Sobre la propia obra, Mariano opta por no desvelar muchos datos. «Algo que me sorprendió fue constatar cómo cambiaron los referentes. Los creadores de mi generación, por ejemplo, bebíamos del cine, de los dibujos animados o de la literatura. En su caso, sin embargo, la idea surgió a raíz de un videojuego, Brawl Stars, en el que un personaje era un minotauro. Esta ya es una figura de por sí con gran magnetismo e interés, pero él empezó a engancharse al personaje por ese videojuego», aclara el padre de Mario, aclarando que, rápidamente, el joven creador se propuso empezar su primera obra narrativa.
«La idea principal sería que en un lugar indefinido, que podría ubicarse tanto en Galicia como en Grecia, un abuelo le cuenta a su nieto que, de niño, él vio a un minotauro, un personaje que, ansían, vuelva a aparecer», relata Mariano, aclarando que su sorpresa al ver el cómic acabado fue mayúscula. «Si algo me enorgullece no es solo que le guste pintar, o la calidad de la obra, sino, sobre todo, que haya persistido en crearla. Esa capacidad de seguir me asombra. Con 14 años, y ante los estímulos propios de la edad, es fácil abandonar o estar más disperso. Sin embargo, él tuvo una idea, la de hacer el cómic, y fue a por ella, acabándolo», realza el padre, quien sabe de primera mano la dureza que conlleva dedicarse al sector.
«Nosotros nunca quisimos influir en la vocación de nuestros hijos. En este caso partió de él. Dedicarse a este ámbito es muy complicado, máxime ahora con la pujanza de la IA», valora Mariano, señalando que, aún así, fue él quien le animó a hacer mañana la presentación del cómic.
«Él está un poco abrumado. Todo esto es nuevo para él. Ni siquiera era consciente de que una obra hay que promocionarla, y que ese proceso es ahora casi tan importante como el de la creación», razona, avanzando que mañana no fallará en Komic toda la familia de Mario. «Irán sus amigos, mis amigos, sus abuelos...», enumera agradecido, sin poder esconder su ilusión. «Para mí verlo crear con tanta pasión es muy bonito», resume.
«Solo se lo dije a mis amigos más cercanos»
Al poco de salir de las clases de la mañana, Mario resume cómo vivió el proceso de creación. «Fue, sobre todo, a raíz del verano pasado, y con mucho tiempo libre, cuando me decidí a jugar menos a videojuegos y a intentar hacer un cómic. Mi padre me animó y la verdad es que estoy muy contento por el resultado. Vi sobre todo que había crecido en el dibujo desde que lo empecé hasta que lo acabé», afirma Mario.
«A mis amigos casi nos les dije nada. Solo a los más cercanos. Aún así creo que a ellos no les asombra tanto que haga con un cómic con 14 años. Les sorprende más a los mayores», comenta sonriendo y avanzando que mañana cree que irá gente de su colegio a verle. «Al menos algunos profesores, sí», asiente feliz por lo conseguido.