La Voz de Galicia

Los usuarios del Clínico de fuera de Santiago no saben que hay zona ORA

Santiago

marga mosteiro santiago / la voz
Las plazas de aparcamiento del recinto hospitalario estaban llenas, y los coches ocupaban aceras, carriles de circulación y zonas verdes a la misma hora que las plazas libres superaban con creces a las ocupadas en las calles con ORA. Xoán a. soler

Falta información en los parquímetros sobre la rotación y la aplicación para pagar

08 Mar 2024. Actualizado a las 05:00 h.

El Hospital Clínico de Santiago soporta, entre las 8 y las 15 horas, la entrada diaria de 7.000 coches. De ellos, 2.500 son de trabajadores. Muchas de las personas que acuden al complejo hospitalario son de fuera de Santiago, e incluso de fuera de la provincia de A Coruña. Alberto F. es un joven de Noia que desde hace tres años acude al Clínico «varias veces al mes», con su hija, para un tratamiento médico, y «tenemos que venir dos, porque uno va con la niña y el otro espera en el coche; lo habitual es estar en doble fila durante dos horas hasta que queda un sitio libre para aparcar». Alberto no sabía que hay zona azul cerca del hospital ni que es posible utilizarla por tiempo indefinido renovando la ORA cada dos horas. Ni mucho menos había oído hablar de una aplicación que le permite controlar el aparcamiento sin salir del Clínico. La realidad es que ninguno de los parquímetros de la zona azul nueva ofrece información sobre las opciones de uso y de pago.

Una situación similar a la de Alberto es la que vive Carlos Silva, de Pontevedra, que aguarda también en doble fila a que traten a su hijo. «Ahora venimos cada mes y medio o dos meses, y nunca aparco al llegar, espero unas dos o tres horas». Tampoco había oído hablar de aplicaciones ni de ORA. De Boiro llegó poco antes de las diez de la mañana Luis Miranda, y tras dejar a sus familiares en la puerta, decidió esperar «en doble fila, y a veces voy a dar una vuelta», pero descarta usar la ORA «porque no me manejo con el móvil».

Junto a los que se desplazan con familiares están los taxistas que traen a pacientes de fuera de Santiago. Es el caso de María Jesús Vázquez, de Melide, que llegó poco después de las nueve de la mañana: «Dejé a los clientes en la puerta del hospital, y espero en doble fila hasta recogerlos». María Jesús no ocupa las plazas que quedan libres, porque «deben ser para quienes vienen a consulta solos». En su opinión, podría habilitar un espacio para los taxis de fuera, y «así no estamos ocupando plazas».

Entre los pocos que optaron por aparcar en la ORA está Isabel M., de Teo, que lamenta «tener que volver a renovar si no termino en dos horas»; y Fernando Iglesias, de Padrón, ve ventajas en la aplicación para el móvil, pero pregunta «¿por qué no lo informan en la máquina?».

Las plazas de aparcamiento del recinto hospitalario estaban llenas, y los coches ocupaban aceras, carriles de circulación y zonas verdes a la misma hora que las plazas libres superaban con creces a las ocupadas en las calles con ORA. Xoán a. solerXOAN A. SOLER
 

El recinto hospitalario es un caos de coches mal aparcados al tiempo que en las calles próximas hay muchas plazas azules vacías

A las 8.33 horas de ayer, el aparcamiento disuasorio habilitado en la rúa Cantaleta estaba completamente lleno. Antes de acceder a este espacio, al pasar por la rúa Sempre en Galiza solo había cinco coches aparcados en la ORA. El resto, vacío. Al entrar en el recinto hospitalario, el primer atasco fue a la altura de las plazas reservadas para atención temprana, junto al Gil Casares. Un coche paró en doble fila para que bajaran dos personas. Continuando la marcha hacia el aparcamiento habilitado a la derecha, uno de los carriles de circulación estaba ocupado por coches aparcados. Ni un sitio libre en el aparcamiento en superficie, y tres coches podían verse sobre la acera de acceso al párking subterráneo, mientras otros ocupan los espacios verdes. De vuelta al recinto del Clínico, en el segundo intento para conseguir una plaza en el leira párking de la rúa Cantaleta tampoco hay suerte. Son las 8.55 horas cuando llegamos a la zona de aparcamiento situada frente a la entrada de consultas. Todo ocupado. El reducido paso que dejan los coches aparcados dificulta la circulación de otros vehículos que buscan una plaza. Son seis los turismos en doble fila.

A las 9.16 minutos, buscamos una plaza por las calles que bajan hacia urgencias y hacia Vidán. Nuevo fracaso. No queda ni un hueco libre, ni sobre las aceras.

A las 9.28 horas, una vuelta por las calles de la nueva zona ORA deja un panorama totalmente diferente al vivido en el Clínico: plazas libres en todas las calles, incluso en las zonas más próximas al hospital.

A las 10.30 horas, el recinto hospitalario seguía ayer abarrotado, y el atasco dificultaba la circulación. Los coches ocuparon, como es habitual, todos los rincones del recinto hospitalario. Mientras tanto, en la zona ORA aumentó la ocupación con respecto a las 8.30, pero aún se podían escoger plazas en todas las calles. En Sempre en Galiza quedaban cuatro vacantes, y gran parte de la zona central de la avenida de Barcelona estaba disponible a media mañana. La avenida de Bilbao estaba casi totalmente vacía, y en la rúa Antonio Rama Seoane solo había cuatro coches aparcados.

Verea se ofrece a mediar con la Xunta si «por complexo ideolóxico» el BNG no logra un acuerdo

El concejal del PP, Borja Verea, le ofreció a la alcaldesa de Santiago su mediación ante la Xunta de Galicia para llegar a un acuerdo en relación con una solución para la situación de caos que vive diariamente el complejo hospitalario de Santiago. El edil afirmó en el programa Voces de Compostela, de Radio Voz, que si la alcaldesa «por algún complexo ideolóxico ou por radicalidade extrema, ten incapacidade para chegar a un consenso», él no tendría problema en intentar mediar para llegar a un acuerdo. Borja Verea, que reconoce no tener el documento de la última contrapropuesta del gobierno local, cree que el Bloque «non quere chegar a un acordo co PP» y acusa al ejecutivo municipal de «pór paus nas rodas» para no solucionar un asunto que repercute en la ciudadanía, y al que se enfrentan en «momentos moi delicados da súa vida».

El responsable municipal del PP en Santiago considera que, «por respecto institucional» no hablará con la Administración gallega, pero reiteró su ofrecimiento a Goretti Sanmartín. Borja Verea considera que, si el Concello no está de acuerdo con la propuesta de la Xunta de un aparcamiento en altura, «que falen con claridade» y criticó que le respondan «"se queren facelo que o fagan". É un esperpento. Queren un a carón do CiMUS, pero como. O problema é que mentres se deciden, pasan os meses».

Ante la propuesta de un plan de reforma de la movilidad en el Clínico, Verea se muestra favorable, pero pregunta «que fan cos coches». Respecto a la cuenta del 20 % que tendría que poner el Concello, el edil recordó que este porcentaje (3,5 millones de euros) sería posteriormente reinvertido por la Xunta en infraestructuras en el rural de Santiago. 

Quejas de usuarios

Borja Verea se mostró sorprendido con las palabras del edil Xan Duro, que considera que la ORA funciona bien y que el problema de que los coches ventosa se refugien ahora en el Clínico es una cuestión que tiene que gestionar el Sergas. Verea dice que «danse conta do ridículo, monto un lío monumental no espazo doutra Administración, por culpa de algo que fago eu, e así queren chegar a un acordo». Además, apuntó que le llegaron noticias de personas que no pudieron ampliar la ORA al no funcionar la aplicación, por lo que creen que no debieron ponerla en funcionamiento sin garantías de que todo funcionaba correctamente.


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