La Voz de Galicia

Multan por infracciones en vertidos a trece empresas ourensanas

Ourense

Miguel Ascón Ourense

Las alertas por contaminación caen de una a la semana a una decena al año

08 Jan 2016. Actualizado a las 05:00 h.

El plan de vigilancia y control de los vertidos industriales puesto en marcha por la Diputación en el año 2012 funciona satisfactoriamente. El funcionario que coordina el desarrollo del proyecto, el jefe del servicio de Medio Ambiente de la institución provincial, Javier Bobe, resalta que, cuando empezaron a trabajar con las cuatro cabinas de medición instaladas en el río Barbaña, las alertas por episodios de contaminación eran semanales y durante el pasado año no llegaron a la decena.

La iniciativa supuso, además, la elaboración de un inventario de empresas de los polígonos de San Cibrao das Viñas, Barreiros y Pereiro de Aguiar. Los vertidos que las compañías realizan a las redes municipales de saneamiento son analizados periódicamente para comprobar si se ajustan o no a la normativa. El motivo de este trabajo es que las depuradoras se habían manifestado incapaces de tratar el flujo de aguas residuales provenientes de esas zonas industriales.

Ahora las empresas deben darse de alta en un registro y pagar una tasa por el control de los vertidos. Además, deben solicitar un permiso especial para realizarlos (21 firmas lo hicieron en el 2015) y se vigila estrictamente el cumplimiento de las ordenanzas municipales de la materia. El balance del desarrollo del plan durante el año que se acaba de cerrar revela que fueron elevados a definitivos los análisis realizados a las aguas residuales de 45 empresas. Algunas de esas compañías fueron inspeccionadas hasta en cinco ocasiones en los últimos doce meses sin detectar ninguna irregularidad y en otras ocasiones sí.

Número de sanciones

Durante el año 2015, el gobierno provincial firmó quince decretos en los que declara a determinadas empresas, algunas de ellas muy conocidas, responsables de la comisión de infracciones en materia de vertidos. En todos los casos, las irregularidades detectadas fueron consideradas leves y las sanciones impuestas oscilan entre 100 y 3.000 euros. Las empresas afectadas son Coren SCG  (dos multas), Textil Lonia, Financiera Maderera, Xantar Comidas para Llevar, Gasolinera Don Franque (dos multas), Bodega Pazo de Aguiar, Araújo Piel, Ramón Conde SL, Edisa, Sonorde, Plásticos Guede, Suministros Industriales Novasur y Suministros La Ronda.

Algunas de esas multas podrían quedarse en nada puesto que también durante el año pasado la Diputación corrigió 21 expedientes sancionadores que había abierto en su día y los dejó sin efecto. Por ejemplo, a Sogama (Sociedade Galega de Medio Ambiente) se le consideró responsable de la única infracción grave detectada en el año 2015, en concreto por los problemas que los inspectores tuvieron para realizar la toma de muestras para los análisis de sus aguas residuales, y fue multada con 30.001 euros, pero finalmente se le retiró la sanción.

Motivos

En la mayor parte de los casos, las multas impuestas por la Diputación tienen que ver con la realización de vertidos a las redes municipales de saneamiento que requerirían de un permiso especial sin que las empresas afectadas dispusieran del mismo. En ningún caso los daños ocasionados al dominio público superaron los 15.000 euros, motivo por el que durante el año 2015 no se detectó ninguna infracción con la calificación de grave o muy grave.

«Esas espumas no deberían aparecer, pero su incidencia es muy escasa», dice el responsable técnico del proyecto

La «drástica» reducción en las alertas de contaminación detectadas por las cabinas de medición instaladas en el río Barbaña es la mejor prueba de la efectividad del plan de vigilancia y control de vertidos industriales puesto en marcha por la Diputación ourensana en colaboración con los concellos de San Cibrao y Pereiro. Así lo asegura el funcionario que coordina el proyecto, Javier Bobe, jefe del servicio de Medio Ambiente de la institución provincial.

El responsable técnico admite que de inicio algunas empresas se mostraron «reacias» al control, aunque Bobe prefiere pensar que se debe a que «creían que ya hacían las cosas adecuadamente sin necesidad de tener a nadie encima». Sin embargo, no siempre su proceder era el correcto y, según el funcionario, además de detectar esas disfunciones, la Diputación asesoró a las compañías que lo solicitaron en la aplicación de procedimientos que evitasen esas infracciones en el futuro.

Este proceso ha derivado en la reducción de las alertas por contaminación del río Barbaña y Bobe apunta que la mayoría se debe ahora a productos tensioactivos (como los detergentes), que provocan la aparición de espumas. En todo caso, dice que es un problema más bien visual porque a nivel ambiental «su incidencia es muy escasa». En todo caso, «no deberían aparecer», advierte.


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