El Celta se asoma al precipicio

Siete derrotas en los últimos nueve partidos es un balance del que es imposible salir indemne. Y es el que ha colocado al Celta al borde del precipicio tras perder ayer en Cádiz, combinado este resultado con los de los rivales directos por la salvación. El vigués parece un equipo muerto, que ni siquiera después de llevar varias jornadas viéndole las orejas al lobo es capaz de reaccionar. Ahora, queda abocado al partido del próximo domingo frente al Barcelona en Balaídos. La última bala para tratar de celebrar el centenario en Primera.

Once

Misma alineación que el martes ante el Girona

Carlos Carvalhal repitió once en dos jornadas consecutivas por primera vez. Aunque en la previa había dejado abierta la puerta a la presencia de Iago Aspas, finalmente, el moañés no regresó al equipo titular -jugó la última media hora- y Miguel Rodríguez encadenó dos titularidades consecutivas -aunque fue relevado al descanso-. El 4-3-3 volvió a ser el esquema de partida para el duelo del Nuevo Mirandilla, aunque con Renato Tapia metiéndose momentáneamente entre centrales.

Arranque

Dos llegadas de Carles y poco más

El Celta pareció salir metido en el partido, pero le duró demasiado poco. Dos llegadas de Carles Pérez y una de Renato Tapia en los primeros minutos fueron el bagaje ofensivo del primer acto. El equipo apenas tuvo el balón y resistió como pudo ante un Cádiz mucho más intenso y que daba más sensación de jugarse algo importante.

Resistencia

Solidez en defensa con algunos apuros

El cuadro vigués tuvo que enfrentarse a un equipo que ganaba la mayoría de los balones divididos y que explotaba muy bien el juego por las bandas. A cambio, el Celta resistió en defensa, aunque con algún apuro por parte de los centrales y de su portero, Iván Villar, que alternó buenas intervenciones con errores destacados. El excéltico Théo Bongonda hizo sufrir al equipo visitante.

VAR

Dos decisiones a favor

Justo la jornada después de que Carvalhal dijera que todas las decisiones arbitrales polémicas eran en contra del Celta, el VAR favoreció al cuadro vigués en dos acciones casi consecutivas. Primero, no concedió un penalti que sí había señalado Ricardo de Burgos Bengoetxea, y luego, negó la validez del que hubiera sido el primer gol del Cádiz por fuera de juego.

Cambios

Insuficiente mejoría

Carvalhal movió banquillo a falta de media hora, dando entrada a Aspas, Óscar Mingueza y Gonçalo Paciência cuando el equipo ya estaba por detrás en el marcador. El Celta mejoró, pero no fue suficiente. El moañés, que no estaba para más tiempo, tuvo que jugar muy retrasado y aunque generó más fútbol, su entrada no propició más ocasiones para el cuadro vigués. Paciência dispuso de una buena oportunidad al poco de saltar al terreno de juego.

Desenlace

Final agónico

El Cádiz tuvo ocasiones para hacer el segundo ante un Celta deshecho e impotente. Nueve minutos de descuento lo fueron de agonía para los vigueses.