Llega el Aula Newton que hará volar las vocaciones científicas

Galicia cuenta desde esta semana con un Aula Newton permanente. Está en el Parque Tecnolóxico de Galicia, en San Cibrao das Viñas, ya ha empezado a generar curiosidad entre estudiantes gallegos, y muy pronto se verá si cumple su objetivo, que no es otro que despertar las vocaciones científicas entre la juventud poniendo a su disposición tecnologías atractivas en un espacio innovador que invite a adentrarse en experiencias relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. A la larga, el fruto será la formación de expertos profesionales con empleos de calidad.

La iniciativa, que es la primera estable en España, corre a cargo de la empresa aeronáutica Boeing, la oenegé noruega First Scandinavia y la colaboración de la Xunta a través del programa Voando alto, sumando vocacións, de la Axencia Galega de Innovación (Gain). No se trata de una experiencia desconocida, ya que la ciudad de Lugo acogió hace dos años una de las aulas móviles e itinerantes. Es un formato de aprendizaje innovador pero al mismo tiempo muy testado, como lo demuestra el buen funcionamiento de las cuarenta aulas que la entidad sin ánimo de lucro escandinava implantó en Noruega, priorizando las comarcas rurales y facilitando el conocimiento a los estudiantes con el apoyo de profesores especializados.

 Tecnópole cuenta con un amplio currículo en la organización de actividades formativas para estudiantes, con proyección a toda Galicia, y los centros de enseñanza secundaria ya pueden inscribirse en la web newtonroom.com para solicitar cita. Se admiten reservas para un máximo de 36 alumnos y un mínimo de 18, de entre 14 y 16 años, con un horario único los viernes, de 9.30 a 14.15 horas. La actividad es gratuita, pero el centro educativo tendrá que hacerse cargo de la gestión y gasto del transporte de autobús.

«Nos enorgullece que Galicia sea la primera comunidad española en contar con un Aula Newton permanente», afirmó en la inauguración de las instalaciones Angela Natale, directora general de Boeing para el sur de Europa. Stian Elstad, director general de First Scandinavia, también expresó su deseo de que «el sector industrial y los gobiernos de toda España se fijen en Newton Galicia y que podamos aprovechar su éxito para ampliar la red de aulas en todo el país», desplegando nuevos programas y métodos educativos para estimular la curiosidad.

Una carrera en galicia

Galicia apuntala de esta forma una intensa relación con la empresa Boeing, clave en el desarrollo del Polo Aeroespacial de Galicia a través del proyecto Xestión e seguridade de tráfico para espazos aéreos compartidos, una iniciativa para avanzar en los retos operativos relacionados con el despliegue de aeronaves no tripuladas. La consolidación del polo, en el que también participan como socios Babcock, Indra y medio centenar de pymes y centros de conocimiento gallegos, pasa por afianzar un modelo de colaboración público-privada, tal como apuntó en la inauguración del aula el vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Francisco Conde, que también se mostró esperanzado en poder dar un «salto de calidade» con la llegada de los fondos Next Generation. Esta aportación, por definir, tendrá en el 2022 una sólida base a través de los presupuestos autonómicos, con una aportación que alcanzará los 27,4 millones de euros para garantizar el impacto industrial, impulsar la comercialización de nuevos productos y la crear empleo cualificado. En lo referente a los proyectos educativos como el Aula Newton, los horizontes se sitúan a largo plazo, pero en el ámbito industrial y comercial hay futuro y presente. Conde señaló que el sector del talento y la innovación, y más concretamente el relacionado con el mundo aeroespacial, fue el que generó más empresas durante la pandemia en Galicia. La previsión es que en el 2030 la facturación alcance los 10.000 millones anuales.

El Polo Aeroespacial de Galicia tiene tres objetivos para el período 2021-2025: el desarrollo industrial; el fomento de las capacidades tecnológicas e innovadoras a través de la generación y transferencia del conocimiento al mercado; y la garantía de empleo de calidad, con el horizonte de contar con tres mil puestos de trabajo relacionados con el sector aeroespacial, en su segmento de vehículos no tripulados.

Bajo estas premisas se desarrollan una serie de actuaciones basadas en la colaboración institucional y público-privada, que van desde la financiación de programas de I+D+i para buscar tecnologías disruptivas hasta actividades escolares para promover las vocaciones científicas. Una de las líneas de trabajo que se consideran esenciales para el futuro del Polo es la extensión de su impacto fuera de Galicia, para a su vez impulsar mercados públicos y privados que busquen respuestas en las soluciones desarrolladas por las empresas gallegas.

La Xunta ya ha comprometido para este período cerca de setenta millones de euros, además de respaldar la iniciativa como uno de los proyectos tractores que integran la candidatura de la comunidad a los fondos Next Generation, a través de los cuales se pretenden movilizar 540 millones de euros de procedencia pública y privada. Esta vía permitiría el despegue de entre cuatro y ocho empresas tractoras y la implantación de veinte soluciones tecnológicas, así como la creación de 24 empresas.