El gasto en prestaciones por desempleo se disparó en junio a los 4.189 millones de euros

La reactivación de la economía española desde mediados del mes de junio no fue lo suficientemente dinámica como para reducir de forma abrupta el número de trabajadores en situación de desempleo temporal o definitivo. Las reservas a la hora de levantar las persianas de los negocios y la lentitud en la incorporación de las plantillas ha tenido un impacto agudo en las cuentas públicas, también en las referidas a la hucha de las prestaciones por desempleo. Según dio a conocer esta mañana el Ministerio de Trabajo y Economía Social, los servicios públicos de empleo (Inem) desembolsaron en el mes de junio hasta 4.188,8 millones de euros en este concepto. El volumen se ha disparado un 193,1 % respecto a hace un año. No solo eso. El número de solicitudes de prestaciones casi triplicó al del 2019, alcanzando las 2.263.819 (alza del 290,3%). La cuantía media bruta de la prestación contributiva percibida por beneficiario alcanzó en junio los 803,1 euros, lo que supone un descenso de 2,4 euros sobre el mismo mes del año anterior (-0,3%).

Las personas perceptoras de prestaciones a lo largo del mes de junio fueron 5.129.620 personas, según indica Europa Press. De todas ellas, al menos 2.840.735 recibieron una prestación por estar sujetos a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el mes de junio. El Ministerio cree que, de acuerdo a las nuevas cifras de empleo del mes de julio (las cifras de prestaciones van con un mes de retraso respecto a las de paro), es probable que los datos vayan mejorando en vista del mayor dinamismo que ha experimentado la economía en el mes de julio tras la reapertura de las fronteras y el levantamiento de las restricciones a la movilidad y el aforo.