Los presupuestos se cuecen a fuego lento en las comarcas para el 2026

La elaboración de los presupuestos debe figurar en el primer puesto de la lista de tareas que tienen los gobiernos locales. Las cuentas se convierten en la herramienta imprescindible para la gestión de los concellos. Pero con harta frecuencia su elaboración y posterior aprobación en pleno se atasca por múltiples motivos. Y que entren en vigor los de cada año a día 1 de enero se convierten en una verdadera utopía. Para el 2026 volverá a ocurrir en Deza y Tabeirós-Terra de Montes. A un mes de finalizar el 2025 tan solo A Estrada avanzó ya sus cuentas, eso sí, todavía sin aprobarse por la corporación y por tanto sin activarse el proceso de exposición al público, resolución de posibles alegaciones y refrendo definitivo, por lo que no estarán operativas con el estreno del nuevo ejercicio.

Como comentamos A Estrada lidera en las comarcas la planificación de su presupuesto para el 2026. Fue el pasado 18 de noviembre cuando presentaba en público las cifras, con un crecimiento del 8,6 % respecto a este año, para llegar a los 19,4 millones de euros. Destacan dos cuestiones. Por un lado, se amplía de 400.000 a un millón de euros la partida de inversiones. Por otro, el gobierno local del PP decidió no incluir los fondos europeos del EDIL, de más de cuatro millones de euros, con el argumento de no tensionar la estabilidad presupuestaria.

Precisamente el retraso en conocerse las partidas del EDIL así como de otras aportaciones del Estado motivan que el Concello de Lalín, que habitualmente figura entre los que cumplen los deberes o se acercan bastante para que entre en vigor el presupuesto con el inicio del año, todavía se encuentre ultimando los detalles de sus cuentas para el 2026. En su caso especialmente por los fondos europeos, ya que tuvieron que reajustar proyectos a ejecutar al reducirse la cuantía esperada. De todas formas en el seno del gobierno local del PP confían en que puedan aprobarse las cuentas a lo largo de diciembre, incluso antes de lo previsto por la tardanza de conocer esas partidas que Lalín sí quiso incluir en sus cuentas, al contrario que A Estrada. El Concello lalinense gestiona este año un total de 21,6 millones de euros.

Por su parte, en Silleda el gobierno socialista en minoría tampoco tiene aún las cuentas para el próximo ejercicio. Su confección está sin fecha marcada para llevarlos a aprobación plenaria. Seguro que tendrán dificultades para ello sin un consenso de mínimos previo con BNG o PP, partidos que están haciendo pinza en distintas ocasiones, la última pidiendo una rebaja del IBI a través de una moción aprobada en pleno. En este 2025 a punto de finalizar el Concello trasdezano gestiona unas cuentas de 8,6 millones de euros.

Tampoco Vila de Cruces dispone aún de cuentas para el 2026. El gobierno local en minoría de Xuntos polo noso Concello está trabajando con el objetivo de presentarlas a principios del próximo año, probablemente en enero pero con dudas. Antes les tocará testar si cuentan al menos con alguna abstención o apoyo entre las tres fuerzas de la oposición para sacar adelante el presupuesto del próximo ejercicio.

Cambio en Agolada

Un caso especial lo encontramos en Agolada, tras la reciente dimisión de Luis Calvo a la alcaldía, una vez que decidía no recurrir la sentencia del TSXG que le inhabilita para cargo público durante nueve años de inhabilitación por un delito de prevaricación administrativa. Quedó como regidor en funciones Óscar Val, a quien le tocará junto al resto de compañeros del Partido Anticorrupción y Justicia (PAYJ) elaborar las cuentas municipales para el próximo año. Las del 2025, por un importe de 3,6 millones de euros, se habían aprobado a mediados de diciembre del 2024. Pero el pasado julio se tuvo que aprobar en pleno un plan económico-financiero al incumplir la regla de gasto y la estabilidad presupuestaria.

Por su parte, en Rodeiro siguen aún con el presupuesto del 2017 en vigor y parece difícil que haya uno nuevo para el 2026. Máxime tras aprobarse hace pocos días una actualización de esas viejas cuentas que un presupuesto del 2025 por parte de la coalición de gobierno de PSOE-UxR, cuando además está acabando ya el año.

En Dozón el gobierno del PP está ultimando su elaboración para llevar las cuentas a pleno en diciembre, mientras en Forcarei habían aprobado en agosto el de este año, de 2,54 millones y que entró en vigor en octubre, tras el cambio de gobierno que devolvía la alcaldía a los populares.