La Voz de Galicia

«¿El juez no usa mazo?»

A Coruña

S. Basterrechea a coruña

Crónica | Escolares de visita en el Tribunal Superior La generación del 90 descubrió ayer en el Tribunal Superior que hay más juicios que los de Michael Jackson y Farruquito, que aquí los jueces usan campanilla y hasta cómo sienta la toga

16 Dec 2005. Actualizado a las 06:00 h.

Cuarenta chavales de 14 y 15 años, alumnos de tercero de ESO en el instituto Eusebio da Guarda, fueron ayer los primeros visitantes de la hasta ahora única jornada de puertas abiertas en la historia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, celebrada con motivo del 25 aniversario del Consejo General del Poder Judicial. Los escolares tuvieron como comité de bienvenida al presidente del TSXG, Jesús Souto Prieto, al fiscal jefe, Carlos Varela, y al conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu. Los estudiantes del Eusebio da Guarda -y después les siguieron los del Menéndez Pidal, A Sardiñeira, Liceo y, ya más talluditos, los de la Escuela de Práctica Jurídica- comenzaron la visita por la exposición 25 años de Justicia en Democracia , con imágenes claves de la historia más reciente con la justicia de fondo. Muchas, de cuando aún no habían nacido o apenas levantaban medio metro del suelo. Un poco de historia «¿Quién era Miguel Ángel Blanco?», preguntó uno de los alumnos ante la foto de una de las manifestaciones de las manos blancas. «Era un concejal. Lo secuestró ETA y lo asesinó a sangre fría», respondió la guía de la muestra, que también les descubrió que José Antonio Rodríguez Vega, que mató a 16 ancianas, fue el primer asesino en serie de la democracia española -«el primer psicópata, como en las películas americanas»-, que a las niñas del caso Alcásser «les hicieron barbaridades, no hagáis nunca auto stop», o que el Supremo ordenó la desclasificación de los papeles top secret del Cesid, «como la CIA española, para que os hagáis una idea». Julio Cibeira, magistrado del TSXG, tomó el relevo y se convirtió después en el cicerone de los alumnos. En una de las salas del tribunal les explicó cómo se imparte justicia, qué es un juicio y quiénes son sus protagonistas. Al terminar, llegaron los comentarios. «No me gustaría ser jueza. Qué palo decirle a alguien que tiene que ir a la cárcel», dice una niña. Otras dos, en cambio, están encantadas porque les han dejado vestirse con togas. Un compañero está convencido de que «aquí la justicia está bastante bien si la comparas con otros países», y otro pregunta sorprendido: «¿Pero el juez no usa mazo?».


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