Rianxo se convirtió en tablero de juegos de la arquitectura urbana

El proyecto educativo A vila do mañá abandonó las calles de Rianxo tras dejar su huella en varias de sus carreteras y paredes. Por medio de murales y pinturas propuestas y materializadas por niños y jóvenes del municipio se favoreció que estos reforzaran sus vínculos con su hogar, al tiempo que aprendían a intervenir como ciudadanos en su entorno urbano más próximo.

A vila do mañá es un proyecto nacido en el 2016, cuando su creadora y directora, la arquitecta Sandra González, afirma que se «enfada con el mundo al ver que la forma de construir, aún después de la crisis inmobiliaria del 2008, seguía siendo la misma». Por este motivo comenzó a perseguir que las nuevas generaciones aprendieran a participar en su entorno convirtiéndose en una ciudadanía activa.

Durante las últimas jornadas en Rianxo trabajó con grupos de distintas edades. Dedicó las mañanas a los niños, los cuales se involucraron en la realización de plantillas y dibujos para las carreteras. Por otro lado, los adolescentes de hasta 18 años estuvieron durante las tardes dedicándose a pintar superficies como muros.

Uso en exceso del vehículo

Una de las quejas principales de Sandra González con respecto a los pueblos es el excesivo uso del vehículo particular para desplazamientos internos. Considera que son un estorbo e indica que «se ocupan espacios públicos para dejar propiedades privadas, como lo son los coches». También apunta a los riesgos cuando transitan por áreas mayoritariamente transitadas por niños, como son las zonas escolares.

«Quiero pensar que si un conductor ve que el suelo está pintado de color fosforito reducirá la velocidad, aunque sea por curiosidad», asegura. Se refiere así a la utilidad que tienen los dibujos que hacen los más pequeños en las carreteras, señalando que estos no solo tienen una finalidad decorativa sino que es algo que va más allá.

Este es uno de los motivos que la llevó a querer apropiarse de las calles de distintos pueblos de Galicia durante una semana en la manifiesta que los convierte en «tableros de juego» para los más jóvenes. De esta forma asegura buscar, «por medio de una participación protagónica», promover cambios en la forma de construir y diseñar la arquitectura de las nuevas estructuras que se realizan en estos lugares.

Aspecto preocupante

«Es muy preocupante que cuando un niño dibuja su pueblo en clase, principalmente ponga pasos de peatones, rotondas o locales de entidades comerciales», comenta señalando la preferencia que tienen los vehículos y empresas en las zonas de tránsito peatonal. Algo que para ella es un desperdicio, puesto que «Galicia y sus villas son el prototipo ideal para cualquier concepto de ciudad moderna».

La iniciativa

A vila do mañá, que comenzó a ponerse en práctica hace seis años, fue seleccionada en este 2022 por la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo. Se trata de una iniciativa promovida por el Gobierno de España que busca propuestas centradas en las nuevas formas de habitar e interactuar con el espacio y la arquitectura. Este hecho, según señala Sandra González, ha impulsado el contacto de diversos ayuntamientos para pedir sus servicios y continuar con programas como el desarrollado en Rianxo.

Aun así, esta iniciativa ya tenía una agenda apretada para la temporada estival. Entre los lugares en los que recalará figuran destinos como As Pontes de García Rodríguez, Teixeiro o Baiona. Además, la experiencia también recalará en San Paulo (Brasil). Se trata de una ciudad con la que el proyecto está relacionado desde el año 2019 y al que no ha podido volver debido a la pandemia.

Es así como Sandra González y todos los jóvenes participantes en esta experiencia didáctica buscan, por medio del desarrollo de iniciativas basadas en la diversión y entretenimiento, «hacer que los pueblos sean de los niños durante una semana», para así conseguir que estos se relacionen y vinculen con los espacios que habitan.