El cerco mariñano deja el paro «porque nós xa non podemos aguantar máis»

Los barcos de cerco son los primeros de la flota mariñana que abandonan el amarre indefinido pactado entre la Plataforma en Defensa del Sector Pesquero y la patronal Cepesca como reivindicación por la crisis a la que se enfrentan, que tuvo como detonante el incremento del coste del combustible agravado por el bajo precio del pescado en primera venta y la falta de control sobre las importaciones.

«Imos para o mar porque xa non podemos aguantar máis», explicaba el armador del cerquero Cabaleiro Uno , con base en el puerto de Celeiro. En la misma línea se manifestaba el patrón mayor de Foz, Alberto Rey. Los cerqueros de este puerto, que venden en la lonja de Burela, se preparaban ayer por la tarde para hacer a la mar con destino incierto, en busca de los bancos de sardina.

Todos tienen claro que al margen de la fortuna con las capturas, no podrán venderlas en las lonjas de Burela o de Celeiro porque permanecen cerradas. Cariño, Cedeira, e incluso Avilés son las tres opciones que barajaban ayer para comercializar lo que pesquen. «Somos os únicos do cerco que quedamos en terra, sairon os de un lado (Asturias) e os de outros (norte coruñés)», dijo Rey. La flota de cerco mariñana estaba perdiendo la mejor semana del año de la campaña de la sardina.

El grueso de la flota mariñana de altura y bajura sigue amarrada. Ayer la Federación de Cofradía de Lugo acordaba continuar con el paro y reunirse de nuevo el próximo lunes por la tarde, en la que se reunirá el Consejo de Ministros de Pesca en Luxemburgo. Sin embargo, la tensión es evidente entre la bajura. De hecho ayer una embarcación marriñana que opera en el puerto de Burela decidía salir y largar aparejos, el Costa de África . «Hai medo, pero si salen os do cerco eu tamén saio. Todos temos dereito», explicaba el patrón. La bajura está aguantando el tirón del paro, pero el malestar es un hecho.