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Desayuno de domingo con...

Diego Martín: «Decir siempre la verdad me parece repugnante. No creo en ser honesto todo el rato...»

Madrid, 1974. Soy actor, vivo entre España y Francia y podéis verme ya en la segunda temporada de la serie 'Supernormal', en Movistar Plus. Una comedia muy divertida con un punto dramático.

Por Virginia Drake | Fotografía: Javier Ocaña

Viernes, 03 de Febrero 2023

Tiempo de lectura: 2 min

XLSemanal. ¿Qué significa ser supernormal? ¿Usted lo es?

Diego Martín. Dudo que exista la normalidad y, si tal cosa existiera, Dios me libre de ser normal porque no me parece nada atractivo serlo.

XL. Los protagonistas de esta serie nunca se dicen lo que piensan.

D.M. El cinismo funciona bien en comedia. Pero en la vida parece que estamos obligados a decir la verdad siempre, algo que me resulta bastante repugnante. No creo en la necesidad de ser honesto todo el rato.

XL. En esta nueva etapa se convierte en dentista, ¿no había una profesión más amable?

D.M. A mí me parece dignísima.

XL. Muy digna, sí! A la que todos los pacientes amamos.

D.M. Eso es porque tu dentista no es muy bueno. Hay mucho mito...

XL. ¡Vamos!, que le encanta que le hurguen en la boca.

D.M. No sé si debería decirte ya que mi mujer es ortodoncista…

XL. ¡Acabáramos! 

D.M. Quería ver hasta dónde llegabas...

«Conciliar para mí es una tarea imposible. Con tres hijos, la conciliación va de la mano de la culpabilidad y de la insatisfacción continuas»

XL. Cambio de tema [risas]. Su familia vive en París. ¿Cómo lleva la conciliación?  

D.M. Es una tarea imposible. En mi caso, con tres hijos, la conciliación va de la mano de la culpabilidad y de la insatisfacción continuas. 

XL. ¿Se puede vivir en Francia con los sueldos españoles?

D.M. No. París es tan caro que hace que los precios de Madrid nos parezcan baratísimos, aunque no lo sean. 

XL. Nieto de poeta, quiso ser escritor, pintor, fotógrafo y abogado antes que actor. Lo tenía claro, ¿eh?

D.M. Ser actor es algo que siempre tiene uno en solfa, sigo con la duda de si es esto es lo que quiero. Quizá soy un cajón de sastre que abarca muchas sensibilidades.

XL. ¿En casa se ríen con sus comedias?

D.M. No, no soy de crear el panteón del actor en casa… Mi mayor pesadilla es que mis hijos se dedicaran a esto.

XL. Dicen que es un hombre muy educado y pudoroso, amable y muy elegante… incluso lo llaman el Hugh Grant español.

D.M. ¡Qué bien ha empezado la mañana! Agradezco todas esas cosas, pero preferiría que dijeran que soy un maravilloso actor. A falta de enorme talento, buena presencia [risas]. 

XL. Se llama Diego Martín Gabriel… Pero en la calle lo siguen llamando Carlos, por su papel en Aquí no hay quien viva.

D.M. Que me llamen como quieran, pero que me sigan llamando. 

XL. ¿Qué le duele más: sumar kilos o años?

D.M. Van de la mano, pero kilos [ríe].


«Suelo tomar un café solo, un kiwi y una tostada con aceite de oliva, tomate y jamón. Pero hoy han caído cuatro cruasanes, de los pequeñitos, ¡eh!».