Viernes, 17 de Noviembre 2023, 10:45h
Tiempo de lectura: 3 min
Aunque Gramsci pretendía que el hombre moderno «puede y debe vivir sin religión», lo cierto es que al hombre moderno le sucede lo mismo que al hombre antiguo: su vocación hacia el misterio es irrefrenable, porque forma parte de su naturaleza; y cuando la naturaleza se reprime o amputa, esa vocación natural recurre a sucedáneos que alivien la amputación. Entre los sucedáneos que el hombre moderno abraza para suplantar la religión se cuenta, desde luego, la ideología, a través de la cual trata de instaurar un quimérico Paraíso en la Tierra (con los resultados de todos conocidos); y también la ciencia sin método científico, la ciencia convertida en superstición.
-
1 La IA se topa con las vacas sagradas de la India
-
2 Drones: en la distancia entre ellos y el asfalto hay millones de dólares
-
3 Los 10 grandes mitos sobre cumplir años... y lo que la ciencia dice sobre ellos
-
4 La 'apertura' del régimen y la guerra de Ifni, contadas por Arturo Pérez-Reverte
-
5 El experimento de la CIA que convirtió a los americanos en cobayas sin saberlo
-
1 La IA se topa con las vacas sagradas de la India
-
2 Drones: en la distancia entre ellos y el asfalto hay millones de dólares
-
3 Los 10 grandes mitos sobre cumplir años... y lo que la ciencia dice sobre ellos
-
4 La 'apertura' del régimen y la guerra de Ifni, contadas por Arturo Pérez-Reverte
-
5 El experimento de la CIA que convirtió a los americanos en cobayas sin saberlo

