Volver
Animales de compañía

El calendario o la vida

Juan Manuel de Prada

Cuando hablamos de ‘Año Nuevo’ estamos, en realidad, rindiendo homenaje a dos útiles artificios culturales: el calendario y el reloj. El calendario nació para poner orden en el ciclo litúrgico; el reloj, para dividir la jornada en porciones y alabar a Dios siete veces a lo largo de cada una (nuestras horas no son más que la popularización desnaturalizada de la ‘hora canónica’ del breviario que guía la oración de los monjes). Ambos inventos –reloj y calendario–, al crear una medida abstracta del tiempo, quebraron la continuidad de la vida; y nos obligaron a regir nuestros hábitos por sus dictados, de tal modo que nuestro sueño quedó ligado a la ‘hora de dormir’, del mismo modo que nuestra hambre quedó asociada a la ‘hora de comer’, en lugar de que sueño y hambre estuviesen dictados por la mera necesidad.

Contenido exclusivo para suscriptores
La Voz
Suscríbete
para seguir leyendo
Lee sin límites toda la información, recibe newsletters exclusivas, accede a descuentos en las mejores marcas y muchas más ventajas
Etiquetas:
MÁS DE XLSEMANAL
Los tesoros de la Hispanic Society of America

Así vieron España por primera vez en Nueva York

Por Fernando Goitia
La leyenda negra de los hidratos de carbono

Esclavos de las dietas: ¿cuándo se convirtió la patata en una bomba?

Por Maren Keller
Psicoanálisis canino

¿Qué piensa mi perro? (No, no cree que eres el macho alfa de la manada)

Por Carlos Manuel Sánchez