Son muchas las películas que hablan de la experiencia de ser espectador, de qué se siente en una sala de cine al ver un filme, de cómo ese estar ahí en la sala oscura, sin parpadear, en comunión con la pantalla y con otros seres humanos nos marca, nos moldea, nos hace sentir emociones exacerbadas. De cómo esa mezcla de luz y mentira se nos antoja más verdad que la verdadera vida, llámese esta como se llame.
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