CENSURA EN CHINA ‘La, la, land’… versión propaganda: China y la represión de los uigures

El argumento es el siguiente: tres jóvenes amigos que integran un grupo pop viajan en busca de inspiración a Xinjiang -provincia de China donde, según expertos de la ONU, hay un millón de uigures musulmanes recluidos en campos de 'reeducación'.

Los jóvenes músicos descubren una bella región donde reina la armonía. Cámaras de vigilancia, puestos de control, minaretes, hombres con barba o mujeres con la cabeza cubierta no aparecen. Lo que hay es flirteo, bailes y muchas canciones.

El viaje resultar ser un éxito porque en ese lugar maravilloso descubren lo que quieren expresar con su música: su amor por la gran patria china. The wings of songs ('Las alas de las canciones') es el título de este musical estrenado en China en marzo. Rodado por encargo del departamento de propaganda del Partido Comunista, forma parte de una campaña como hacía años que no se veía en el país.

La campaña coincide con un aumento de las críticas internacionales por las vulneraciones de los derechos humanos en Xinjiang, donde cientos de miles de uigures están sometidos a una estricta vigilancia o recluidos en campos de internamiento. El gobierno dice que son 'campos de formación' en los que se prepara a los internados para ser más productivos y se los reintegra después en fábricas de todo el país. Pero China no solo hace musicales para desmentir la represión a los uigures; ha lanzado una intensa campaña con youtubers para defenderse al mismo tiempo que intimida a los críticos. La propaganda china, convencida de su superioridad tras la gestión de la pandemia, es más agresiva -y creativa- que nunca.