La Voz de Galicia

«Tengo muchos clientes gallegos que consumen productos de África»

Vigo

Xulio Vázquez

19 Sep 2008. Actualizado a las 02:00 h.

Nació en Guinea Bissáu. Se crió en Senegal. Emigró a Francia. Conoció a su actual esposa en París y se casó en Vigo, donde reside desde hace varios años. Augusto Simoa da Silva Simón (39 años) es un inmigrante africano que consiguió montar aquí un pequeño negocio para poder subsistir con su familia (ya tiene un hijo gallego). La tienda se llama África Boutique Tida, en honor al nombre de su mujer y porque ofrece sobre todo productos africanos. Está situada en el 6 de Sanjurjo Badía. -¿Cómo llegó a Vigo? -Afortunadamente, en avión. Pero, cuando me entero de las desgracias que sufren los que vienen en pateras, me duele mucho por dentro. -¿Sabe a qué se debe? -A las mafias. Los engañan, diciéndoles que van a un paraíso y, aunque llegasen aquí, no es como se lo pintan porque muchos tienen que dormir en la calle. -¿Por qué se le ocurrió montar la tienda? -Porque comenzaron a llegar a Vigo muchos africanos y me di cuenta de que echaban en falta una tienda de este tipo para poder comer cosas de sus países. Fue así como me surgió la idea. Pero también dispongo de productos de Sudamérica y de algunos españoles, como la leche. -¿Tiene clientes gallegos? -Sí. Tengo muchos clientes gallegos que consumen productos de África. Además de africanos que residen aquí, o en la comarca, también acuden portugueses de Valença do Minho que han tenido vinculación con sus ex colonias. -¿Qué es lo que más les gusta? -El aceite de palmera, cacahuetes, un arroz que se consume mucho en África y se cultiva en Tailandia, frijoles negros y blancos, un maíz seco que se tritura y se prepara como el cuscús , e incluso se puede mezclar con la carne... -¿Ofrece más productos? -Sí, hay muchos, como el araw , que es un cereal senegalés y se prepara como una papa. Lo pueden tomar tanto los mayores como los niños. El thiacry es una base de arroz y trigo. Tengo un refresco que se llama bissap (un buen remedio para el catarro), y muchas clases de té. También vendo, entre otras cosas, gombos (parecidos a las guayabas), leche de coco, una pasta de cacahuete, de Sudán (sirve para echársela al pan, como si fuese una crema). Y variedad de arroces. -¿Vende picantes? -Sí. Hay uno que tiene un olor muy especial y es más fuerte, que el chile mexicano. -¿Cuánto cuesta? -Un sobre vale 1,50 euros. El kilogramo ronda los 12 euros. -¿Dónde los consigue? -Vienen de África y a mí me los envían desde París. -¿No habrá estado en las revueltas? -No (sonríe). Fue una forma de protesta porque querían arrinconar a los africanos. Y lo que hoy es Francia se lo debe a África. Algún día un africano se sentará en el Elíseo. -¿Se ha sentido discriminado? -Hace tiempo unos gamberros me insultaron y me pusieron pintadas xenófobas. Pero los gallegos no son racistas. -¿Le afecta la crisis? -Mucho. Si sigue así, tendré que cerrar porque los inmigrantes se quedan sin dinero para comprar.


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