El helado, hasta de Hello Kitty

Hay vida más allá del clásico vainilla, nata, fresa y chocolate. Sobre el cucurucho se colocan cada año bolas de nuevos sabores, a cada cual más ocurrente. Cuando el público ya se había acostumbrado a degustar piezas de Kinder, Ferrero u Oreo, llega una nueva hornada de gustos en la que los profesionales trabajaron durante el invierno pasado. Ahora los clientes serán los que indiquen si han acertado o no.

En la heladería Colón de A Coruña el nuevo invento para este verano se encuentra en el helado de manzana asada. Sí, un postre tradicional convertido en novedad heladera del 2016. Por ahora, confirman sus creadores, está teniendo una buena aceptación. Sobre todo entre aquellos clientes que entran por la puerta con la eterna pregunta: ¿Qué sabor nuevo tenéis este año?

En playa de Samil en Vigo ya circulan helados que reciclan sabores de cócteles y combinados. Se pueden disfrutar sin miedo a un posterior control de alcoholemia. Desde un daiquiri de fresa (aromatizado con ron o vodka), pasando por un polo de cubalibre. Si la preferencia tira hacia los helados de yogur, existe la oportunidad de acompañarlo con dátiles o cerezas en almíbar. Pero hay más. Para los más atrevidos está el helado de yogur de kéfir. Y los niños se decantan por sus dibujos favoritos. El helado Hello Kitty está causando estragos.

Las innovaciones en este establecimiento han sido de todo tipo, como explica Senén Pérez, el jefe de producción de la empresa heladera: «Siempre estamos buscando nuevos sabores. Hemos realizado intentos con helados de cerveza u orujo. A la gente al principio le llama la atención, pero nada más. Suelen durar una semana porque no compensa tenerlos».

En Ourense la heladería Milucho también exhibe un buen ramillete de curiosidades. Vainilla sin lactosa, sorbete de piña, chocolate brownie o galleta con caramelo crujiente lucen entre ellas. Pero el más demandado allí es el de limón de Sicilia, señalan sus responsables.

¿Un helado de naranja con mermelada de Sabugueiro? ¿Y otro de lima con menta? Se pueden probar en Lugo. Ejercen de novedad principal en el tablón de anuncios de la heladería Fiodialatte de Lugo.

La heladería Capri de Vigo no se queda atrás. Ofrece uno con sabor a gin tonic para los adultos. Pero, además, ofertan unos cuyos títulos hablan por sí solos: Delicia de Ani y Tarta de la tía Paqui. El último, subrayan, está arrasando. Detrás de estos curiosos nombres se pueden degustar dos variedades de tartas de chocolate, con cabida para toda la familia.

En muchas ciudades, estas innovaciones no son suficientes. Las heladerías tradicionales ceden terreno frente a los yogures helados. En Santiago, prácticamente ya no existe ninguna de toda la vida. Únicamente, mantienen el tirón los míticos carritos situados en las proximidades del parque de la Alameda.

Más allá de Galicia

Aunque todos estos sabores puedan chocar, los profesionales gallegos son bastante comedidos si se comparan, por ejemplo, con los asturianos. Estos se han atrevido con helados de fabada, sidra o queso cabrales.

Los estadounidenses llevan los platos de toda la vida a este formato. Un ejemplo es el helado de puré de patatas con guisantes y una salchicha a modo de barquillo.