La Voz de Galicia

Madrugón, avión, comida y partido

Santiago

M. G. REIGOSA santiago / la voz

El Santiago Futsal visita al Gran Canaria sin tiempo para reponerse del viaje

17 Nov 2018. Actualizado a las 05:00 h.

Los jugadores y el cuadro técnico del Santiago Futsal tendrán diana a las cuatro de la madrugada para viajar hasta Las Palmas de Gran Canaria en avión, vía Madrid. Si no hay demoras en los vuelos, llegarán con el tiempo justo para comer, descansar mínimamente y desplazarse al Pabellón Centro Insular para medir fuerzas con el Gran Canaria a partir de las 20.30, horario peninsular. Y mañana toca otro madrugón para hacer el viaje de vuelta.

No es el itinerario ideal para encarar la contienda, pero la austera realidad económica del club manda y el plantel se adapta, tal y como subrayó el entrenador, Santi Valladares.

 

Falta de pegada

Al técnico lo que más le preocupa es la dificultad para hacer gol del plantel, que llega en zona de descenso: «No tenemos pegada, desde que empezó la competición. Eso se trabaja, pero requiere especialistas». Por contra, destaca que «el equipo ha mejorado muchísimo. A nivel defensivo, es de los más solidarios que hay. Los resultados, excepto el de Burela, son muy ajustados».

También subraya en el haber del Santiago Futsal la buena química del grupo: «Los resultados positivos siempre ayudan. Pero el vestuario de este año es distinto al de años anteriores. Solo recuerdo otro como este, en todo el tiempo que llevo como entrenador. Es un equipo francamente unido, resolutivo. Está concienciado de que estamos ahí abajo. Es una situación de alarma, pero ámbar, no roja. Vamos a jugar a una cancha en la que el rival está como nosotros, recién descendido. Tiene urgencias, tampoco se ha adaptado a lo que es la Segunda División. La ventaja que tienen es que juegan en casa».

También tienen a su favor que reúne una plantilla con más experiencia: «Dispone de veteranos como el cierre Julio, el pívot Juanillo o Cachón, que estuvo aquí y es un jugador que sabe de sobra de qué va esto. También tiene a Velasco, que jugó aquí el año pasado, Saúl... Es un equipo veterano».

Lo que no pierde el Gran Canaria es el sello de su entrenador, Suso Méndez, que convierte al equipo insular en un colectivo imprevisible, tan capaz de irse a la lona como de levantarse y soltar un croché. Tampoco le tiembla el puso para arriesgar con el ataque de cinco, incluso durante más minutos que jugando con portero y cuatro de pista. Así estuvo a punto de sorprender al Burela, al que arrancó un empate a tres goles. Es una dificultad añadida para el Santiago Futsal, que todavía tiene la baja del brasileño Everton.


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