No solo la AP-9 tiene vallas con huecos

Los cierres vallados de la autopista AP-9, con múltiples deficiencias en su extenso y caro recorrido por la provincia, tiene numerosos puntos por donde se pueden colar animales y personas, como expuso La Voz de Galicia esta semana en un reportaje específico. Sin embargo, no solo es solo la AP-9. Otras carreteras e incluso las vías ferroviarias, teóricamente valladas para impedir el acceso de los viandantes y de los animales a la calzada, presentan idénticas carencias. En algunos casos de fuerza mayor, como temporales que derrumben las estructuras, es impredecible y poco se puede hacer para evitarlo. En otros, la falta de mantenimiento es más que evidente y esa circunstancia sí que se puede evitar.

La Autovía do Salnés, una de las principales arterias de comunicación entre Sanxenxo, capital turística de las Rías Baixas, O Grove y Cambados, por citar varios destinos, sobre todo en su tramo sin desdoblar, tiene bastantes deficiencias. El tema volvió a la actualidad con la queja del tecor de A Lanzada, de la que se hizo eco Sanxenxo Agrupación Liberal (SAL) hace unos días. En el tramo que va desde el acceso a Sanxenxo hasta A Lanzada, el año pasado se produjeron 10 accidentes por invasión de la calzada por animales. En algunos casos pudieron internarse por los viales de acceso de coches, pero en otros las vallas deterioradas dan mucha facilidad de entrada.

En la variante de Marín, los perros en la calzada son frecuentes y causa de más de un disgusto para los conductores. El cierre, gastado por tramos, está oculto en la espesa maleza. Fue precisamente cuando se desbrozó el vallado de la vía del tren a Marín cuando se hizo evidente lo que se podía sospechar sobre la falta de mantenimiento de su cierre. En Mollavao se puede entrar al camino del tren con la facilidad que un peatón puede pasear por la rúa da Oliva o la Praza da Ferrería.

Desde la Consellería de Infraestruturas defienden su gestión de sus carreteras en base a una revisión de la red autonómica por las incidencias derivadas de los temporales. Las carencias de los vallados se están atendiendo «de acuerdo con las prioridades que marque la conservación de carreteras en relación con las necesidades globales, que son muchas ahora mismo».