El calor de las velas y las procesiones dañan a la virgen de O Cebreiro

Uno de los lugares más emblemáticos del Camino de Santiago -la iglesia de Santa María la Real, en O Cebreiro- necesita una mejora inmediata para atajar la humedad que entra en su interior. Pero no solo eso: una de las piezas más famosas del templo románico, la imagen de la virgen (junto con el cáliz y el cristo, iconos de este templo) tiene que pasar por el bisturí de los restauradores con urgencia.

La orden de los Franciscanos que regenta este templo -muy especial para los miles de peregrinos que cada año entran en Galicia por O Cebreiro- quiere acometer la reforma de la talla. «Está muy dañada con el paso del tiempo, el humo y el calor de las miles de velas que se le ponen y las procesiones por el exterior que se realizan», señala el padre Miguel. La escultura de la conocida como Virxe do Milagre o Virxe dos Remedios tiene su origen en el siglo XII, pero existen muchas dudas de que lo que se puede ver hoy sea la original y los expertos se decantan por una mala copia o graves errores en sus sucesivas restauraciones.

Sea como fuese, la imagen es venerada cada año por miles de peregrinos y fieles, especialmente el 8 de septiembre, cuando se celebra una popular romería. La escultura tiene varias brechas, la policromía desgastada y la base está rota de tanto trasiego. «Queremos restaurarla, pero será complicado, porque hay que solicitar numerosos permisos», explica el padre Miguel, quien cuando es preguntado por si aprovecharán esta rehabilitación para determinar si es la original, indica que no tienen previsto hacerlo por los costes que supondría. «Nosotros llevamos poco tiempo, y ya estaba así cuando nos instalamos; no tenemos ningún documento que lo certifique».

La iglesia también necesitará una reforma integral debido a la humedad que le está entrando por los muros exteriores, que serán limpiados, y pretenden pintar el interior del templo.