«Levo preto dun ano esperando a que me dean praza nunha residencia»
O Corgo
La mujer acude a un centro de día y no quiere depender de sus hijos
03 Apr 2015. Actualizado a las 05:00 h.
Carmen Cordero Lence lleva desde el mes de junio del pasado año esperando una respuesta a la solicitud que presentó para acceder a una plaza en una residencia de mayores. Tiene 78 años, en mayo cumplirá los 79, es viuda y vive sola en una casa en Manán de San Cosme, en el municipio de O Corgo. Su decisión de irse para una residencia la tomó cuando se cayó en su casa y tuvo que esperar a que llegara uno de sus hijos para poder levantarse. «Xa non estou para vivir soa e non lle quero dar traballo aos fillos». Carmen tiene seis, pero no quiere irse a vivir con ninguno de ellos. Quiere mantener su independencia y así se lo comunicó. Manuel fue quien presentó la solicitud en junio del 2014. En el apartado de preferencias puso la residencia de As Gándaras, en la que trabajó durante 10 años.
Acude a un centro de día
La vecina de Manán fue valorada a finales del mes de julio y el 13 de octubre le remitieron una carta con la puntuación. Le asignaron un 9, sobre 25, lo que supone su catalogación como válida, dentro de los estándares de la Xunta. Carmen Cordero tiene los problemas típicos de una persona sana que ronda los 80 años, como vértigo y artrosis, y recientemente le diagnosticaron párkinson. Le dio alguna lata hasta que consiguieron controlárselo a través de la medicación.
Carmen Cordero le pregunta a su hijo Manuel todos los días si ha recibido alguna respuesta a su solicitud. Manuel asegura que está cansado de desplazarse a la Jefatura Territorial de Traballo para preguntar los motivos del retraso. «Xa non saben o que me van contestar». «Antonte chamei a Santiago -aseguró- e dixéronme que nos lles constaba que miña nai estivera en ningunha lista de espera».
Manuel está convencido de que si en la valoración hubieran catalogado a su madre como no válida, ya tendría una plaza. «Os expedentes dos válidos -dijo con convencimiento- están amontoados nunha oficina e penso que non sabe que facer con eles».
El hijo de Carmen Cordero cree que la solicitud de su madre entró en la Xunta coincidiendo con un cambio en la normativa y ahora no saben qué hacer con los expedientes.
La vecina de Manán está acudiendo al centro de día de O Corgo y está muy contenta. «Estou encantada e cóidanme moi ben, o peor é o transporte porque me mareo moito». Su casa está a cuatro kilómetros, pero el bus tiene una ruta para recoger a todos los mayores, con lo que el viaje se le hace eterno.
A Carmen la recoge el transporte del centro de día a las 8.20 de la mañana, con lo que tiene que levantarse a las 7.30 para estar listas para salir de su casa a esa hora. A las seis de la tarde el mismo vehículo la deja a la puerta de su vivienda. «Neste tempo -asegura la mujer- lévase ben pero, no inverno faise moi duro».
«Teño que madrugar»
Cuando la mujer llega a su casa a las seis de la tarde tiene que encender la cocina y prepararse la cena. «Cando a casa quece, xa me teño que ir á cama porque teño que madrugar. Se estivera na residencia, quedaríame un pouco máis na cama porque me prestaría facelo».
Cordero Lence asegura que quiere irse cuanto antes para una residencia. «Teño medo a que me pase algo de noite e non teño de quen botar man. Se volvo caer, non hai ninguén para axudarme. Nin aínda que berre me escoitan os veciños».
La mujer valoró la posibilidad de trasladarse a una residencia privada, pero la pensión de viudedad, de poco más de 600 euros, no le llega para pagar los más de 1.200 euros que, según se informó, cuesta una plaza en un centro de este tipo. Asegura que en una residencia no daría trabajo. «Como soa, aséome e, de momento, no teño problemas para tomar as menciñas que me manda o médico».
crónica una vecina de O Corgo quiere irse a vivir a as gándaras
«En Santiago dinme que a miña nai non está en ningunha lista de espera»
«Teño medo a que me pase algo de noite e non sei de quen botar man»