Talento defensivo
Lugo
30 Oct 2025. Actualizado a las 19:49 h.
Su nombre es Lucas, cadete de segundo año y mochila a la espalda con el escudo de un equipo de fútbol, podría ser el emblema del Viveiro, del Ribadeo, del Calasancio, del Lugo o de la Resi. El club carece de importancia. Yo, que no puedo permanecer impasible ante una escena así, le pregunté por su demarcación en el terreno de juego. Lateral derecho fue su respuesta. Inmediatamente pensé en un carrilero, con vocación ofensiva y con querencia a
jugar en campo contrario. Predispuesto a centros e incluso a finalizar jugada. Me lo imaginé con ambición atacante, como el lógico aspirante a futbolista que se encuentra más cómodo con la posesión del balón. Pues no, lo que más le gustaba era defender, fue su rotunda respuesta. Él no reparó en mi cara de asombro, ni mi gesto de sorpresa ni siquiera en el desconcierto que experimenté en ese momento. No todo está perdido, pensé inmediatamente,
hay chicos y chicas que disfrutan también en fase defensiva. Esta anécdota real me permite poner en valor todo lo relacionado con el aspecto defensivo, en mi opinión algo denostado y que representa un aspecto vital cuando de jugar al fútbol u otro deporte se trata. En una entrevista Guardiola hablaba del talento defensivo que había descubierto en un jugador emblemático como Puyol y de las enseñanzas que a partir de ahí obtuvo para mejorar ese aspecto en sus equipos. Sin restar ni un ápice al talento técnico y táctico con balón. Verdaderos equilibristas nos proporcionan gestos, acciones y movimientos que son capaces de generar jugadas que desarbolan complejas estructuras defensivas.
En todo caso el talento defensivo existe, procurar su mejora es inexcusable. Valorarlo y apreciarlo como cualquier acción ofensiva e incluirlo en la tarea diaria de entrenamiento de forma específica, se me antoja imprescindible. Con las mismas variantes con que se preparan las acciones con balón, apartado individual, grupal y colectivo. No incluirlo de forma ordenada, planificada y metódica, resultaría una carencia básica no solo para la formación integral de nuestros jóvenes, también para la competición semanal de nuestros equipos. Además de lo que deportivamente proporciona, al hacerlo tanto individual y especialmente grupal y colectivo afianza valores como la solidaridad, el orgullo, el esfuerzo, la resiliencia, el compañerismo, la unión, que serán herramientas imprescindibles en sus vidas. Animo a entrenadores a seguir proyectando esta faceta deportiva y también me atrevería a decir de vida y a aquellos que no lo incluyen de manera natural a probarlo para verificar a muy corto plazo la satisfacción que también constituye defender de manera ágil y efectiva. Porque cuanto más y mejor tiempo emplees en entrenar el aspecto defensivo, menor tiempo estarás en fase defensiva cuando compitas y esto, tus jugadores te lo agradecerán.